BARCELONA 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Uno de los dos acusados de matar a un joven a la salida de una discoteca de Barcelona la noche del 23 al 24 de diciembre de 2005 aseguró hoy que acuchilló a la víctima cuando ésta se abalanzó encima suyo, empezó a pegarle y sacó una navaja. El joven exculpó al otro procesado, que como él se enfrenta a 20 años de cárcel por asesinato con alevosía.
Carlos M.M., que hasta ahora no había explicado su versión de los hechos, aseguró que la víctima, Ismael L.R., le empujó cuando se estaba despidiendo de sus amigos, sobre las 5 de la madrugada del 24 de diciembre. "Era un chico corpulento y había que ir con cuidado", dijo el acusado, quien intentó en vano tranquilizarlo hasta que los amigos del fallecido les apartaron.
Instantes después y mientras Ismael L.R., de 30 años, le gritaba, Carlos M.M., de 26, salió de la discoteca a la que había ido para celebrar el cumpleaños de su amigo y también procesado Ernesto D.M., de 25. Cuando los dos se iban hacia casa, el joven se abalanzó sobre él y empezó a golpearlo, lo tiró al suelo y sacó una navaja, que logró arrebatarle de una patada.
"Lo tenía encima y no podía zafarme de él", "lo que quería era sacármelo de encima" porque "estaba sufriendo por mi vida", aseguró Carlos M.M., quien dijo que por eso cogió el arma y empezó a dar golpes al aire. "En ningún momento tuve intención de matarlo", añadió el procesado, quien no recuerda el número de navajazos que asestó a la víctima porque "pasó en muy poco tiempo".
Una de las cuatro puñaladas que le asestó afectó al corazón de Ismael L.R. y otra a uno de los pulmones, heridas que, en pocos minutos, provocaron la muerte a la víctima a causa de un 'shock' hipovolémico hemorrágico.
Ernesto D.M. explicó que Ismael L.R. no les abordó solo, sino que iba con un amigo que le propinó un puñetazo mientras la víctima agredía a Carlos M.M. El acusado trató de defenderse, salió corriendo y cogió un taxi con otro amigo, con el que no comentó el resultado de la pelea.
Esa noche, los dos procesados se llamaron cinco veces en sólo 20 minutos. Ernesto D.M. aseguró que su amigo le dijo, "muy nervioso", que se fuera a su casa, pero Carlos M.M. explicó que su compañero le dijo: "Vete a tu casa y yo a la mía. A mí déjame en paz", por lo que Ernesto D.M. presumiblemente conocía el desenlace de la reyerta.
Desde el día del crimen y pese a que eran amigos desde la infancia, Ernesto D.M. no volvió a ver a Carlos M.M. hasta que fue detenido en febrero de 2007 y declaró como imputado --lo había hecho como testigo en enero de 2006-- ante el juez instructor, que decretó la prisión preventiva para el primero y la libertad provisional con fianza para el segundo.
No fue hasta entonces, cuando la policía catalana ya había archivado el caso al hallarse el autor del crimen en paradero desconocido, que agentes de la Policía Nacional detuvieron, en el marco de una operación contra el narcotráfico en Alicante, a Carlos M.M., con múltiples antecedentes y contra el que pesaba una orden internacional de búsqueda y captura. Dos días después, los Mossos arrestaron a Ernesto D.M. en Pallejà (Barcelona), donde reside.
El Ministerio Público solicita que se condene a cada uno a 20 años de prisión por asesinato con alevosía y a indemnizar con 300.000 euros a los padres del fallecido. La acusación particular pide la misma pena pero solicita que también se les obligue a pagar 60.000 euros a cada uno de los tres hermanos de Ismael L.R. por los daños morales.