Un afectado por el accidente del Binter pide 6,8 millones por las consecuencias del siniestro

MALAGA 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

Uno de los perjudicados en el accidente del avión Binter, ocurrido entre Melilla y Málaga el 29 de agosto de 2001, ha presentado una demanda contra la compañía aérea y contra la aseguradora, por la que reclama 6,8 millones de euros de indemnización por las consecuencias, tanto físicas como, fundamentalmente, psíquicas, sufridas y que aún se mantienen desde el siniestro. Alternativamente, se pide 3,11 millones de euros, aunque en ambas cantidades se han restado los 525.559 euros ya pagados por la aseguradora.

En la demanda, que ya ha sido admitida a trámite, el abogado Manuel Temboury explica cómo se desarrolló el accidente, en el que murieron cuatro personas y 21 resultaron heridas, y precisa que su defendido presentaba múltiples traumatismos y fracturas cuando ingresó en el hospital; además de que, posteriormente, se le tuvo que amputar una pierna. A esto, el escrito, al que tuvo acceso Europa Press, añade las "enormes" secuelas psicológicas "irreversibles".

En este sentido, se detalla, entre otras, el distanciamiento afectivo familiar, sobre todo respecto de su pareja, las pesadillas rememorando el accidente, ánimo depresivo, tristeza, apatía, desesperanza, pesimismo, sentimiento profundo de inutilidad y deseos de muerte.

Además, "presenta temores generalizados a las actividades sociales en general y familiar en particular", según la demanda, "con episodios de ansiedad y taquicardia". Asimismo, desde el accidente necesita ayuda continua para desarrollar las tareas elementales.

INHABILITACION ABSOLUTA

"Su dolencia psíquica, en unión con la física, le imposibilita no sólo la realización de una actividad laboral sometida a horarios, estrés o responsabilidad, es decir, no sólo le inhabilitan de manera absoluta para cualquier trabajo, sino que le produce, además, una continua dependencia con respecto a terceras personas", señala la demanda, de la que se desprende que se le ha reconocido, en sentencia firme, "una incapacidad permanente en grado de gran invalidez".

Por otro lado, el letrado también precisa en su escrito las causas del accidente, aseverando que "no se origina por caso fortuito o fuerza mayor", sino, al contrario, "indiscutiblemente tiene como causa directa una serie de negligencias personales de la propia tripulación en las labores de pilotaje", a lo que añade "el mal funcionamiento de los sistemas de seguridad de la aeronave", reproduciendo parte del informe de la Comisión del Ministerio de Fomento sobre las causas del siniestro.

Con todo esto, se desglosa la cantidad solicitada inicialmente, sin vinculación expresa al baremo, y teniendo en cuenta "la existencia de culpa grave en el accidente, así como "los perjuicios físicos, morales y de dolor durante años", las secuelas "que le restan de por vida" y que le llevan a necesitar ayuda de terceras personas en el domicilio, además de los gastos extraordinarios de adquisición de vivienda adecuada a su nueva realidad y los medios de locomoción. No obstante, subsidiariamente, se pide otra cantidad sí sujeta al baremo, aunque incluyendo lo anterior.

La vía civil se inicia una vez que la penal quedó extinguida, al fallecer el copiloto del avión, único imputado en la causa, por lo que se archivaron las diligencias previas abiertas en el Juzgado de Instrucción número 4 de Málaga. El abogado de este afectado, Manuel Temboury, ha presentado ya otras demandas similares, aunque de menor cuantía, por otros perjudicados en el accidente.