Un general de Brigada alemán de la Alianza cree que los milicianos están empezando a "ignorar" las órdenes de su jefe, el mulá Omar
MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El general de Brigada alemán Josef Blotz ha admitido que la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) tiene "indicaciones" de que algunos insurgentes talibán "están empezando a darse cuenta, en algunos casos a quejarse de su líder, por esconderse de forma segura en Pakistán mientras les ordena ir a morir en batallas que no pueden ganar" frente a la coalición de tropas internacionales que dirige la OTAN en el vecino Afganistán.
En un comunicado publicado anoche por ISAF, el general alemán admite que "o bien el mando y control del mulá Omar se ha visto gravemente obstruido o bien los insurgentes, incluido sus comandantes, están ignorando sus órdenes".
A pesar de que el jefe de los talibán en Afganistán, el mulá Omar, dio instrucciones a principios de junio para que sus milicianos nunca se rindieran ante las tropas de la coalición, el general ha revelado que, en distintas operaciones desde entonces, 14 comandantes insurgentes, 9 subcomandantes, 32 facilitadores y más de 350 insurgentes han sido capturados en operaciones en las que no hizo falta "disparar ni una sola vez". "Cuando las fuerzas de seguridad nacional afganas les ofrecieron la oportunidad de rendirse, los insurgentes volutariamente lo hicieron", precisó el general.
Las fuerzas de la coalición internacional interceptaron el pasado mes de junio una carta del mulá Omar en la que instaba a sus milicianos a "luchar contra las fuerzas de la coalición hasta la muerte, sin retirarse o rendirse y tratar de capturar a las fuerzas de la coalición cuando fuera posible", ha informado el general de Brigada alemán.
Igualmente, el líder talibán emplazaba a sus milicianos a "capturar o matar a cualquier afgano" que estuviera apoyando o trabajando para las fuerzas de la coalición o el Gobierno de Hamid Karzai, así como a "cualquier mujer afgana que estén ayudando o ofreciendo información a las fuerzas de la coalición".
El mulá Omar también impone a sus secuaces que "recluten a cualquier que tenga acceso a bases de las fuerzas de la coalición y tengan la habilidad de recoger información detallada" sobre las mismas y que "compren o adquieran más armas pesadas", tales como granadas de cohetes propulsados, metralletas y armas antiaéreas.
A pesar de estas instrucciones, los recientes asesinatos en julio de Gul Mohammad, jefe de Estadística del distrito de Charkh, en la provincia de Logar; del ayatolá Agha de Kandahar y del fiscal jefe de Kwahjai Omari, en la provincia de Ghazni, Mohamad Riza, "prueban que los taliban están dispuestos a ignorar su propio Código de Conducta cuando sienten que están perdiendo influencia y control", ha explicado el general alemán.
"Lo que tienen estos ataques en común es que todos estos hombres escogieron servir al pueblo como funcionarios públicos y, por ello, han sido asesinados", ha precisado.
El general de Brigada, que prometió que la ISAF cotinuará desplegando "esfuerzos contra la red de Omar en los próximos días y semanas", cifró en 1.188 el número de civiles muertos a manos talibán desde principios de junio y en 182 los comandantes talibán que han caido en operaciones de las fuerzas de la coalición internacional en los últimos meses.
