BILBAO, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Vitoria, el 'popular' Alfonso Alonso, asegura que tras el alto el fuego de ETA "todos estamos más tranquilos", pero reconoce que "muchos seguimos sin ser libres". Además, considera "muy injusto" que se acuse al PP de ser "aguafiestas" de la paz y señala que "la mayoría silenciosa" comparte su inquietud.
En una entrevista en Diario Vasco, recogida por Europa Press, Alonso se muestra "preocupado" por la actual situación tras el alto el fuego de ETA, ya que, según explica, el proceso se ha ido abordando para "dar satisfacción al mundo de Batasuna y al mundo de ETA".
En este sentido, asegura que no le gusta el término "proceso de paz" porque "en Euskadi no se vive una situación de guerra, lo que hay es la agresión de un grupo terrorista a los demás".
Rechaza también que se acuse al PP de ser los "aguafiestas" de la paz, algo que considera "muy injusto y muy duro" porque su objetivo en el País Vasco es "defender unas libertades y reivindicar el derecho a defender unas ideas aquí". En este sentido, asegura que "todos estamos más tranquilos" ahora en Euskadi, aunque reconoce que "muchos seguimos sin ser libres".
Asegura no temer que el discurso del PP vasco pueda quedar "aislado" porque ha sido durante mucho tiempo portavoz "de una mayoría silenciosa que a veces no sale en las encuestas, que incluso no opina, pero que siente y que padece la falta de libertad".
"Por lo visto para algunos el PP es el problema y digo yo que el problema es el que ha venido practicando el terrorismo y la intimidación durante años y años. Utilizar este asunto para cargar contra el PP es una estrategia absolutamente miserable", denuncia.
Tras confiar en que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no haya pactado con ETA, "porque si fuera así debería dejar de ser presidente inmediatamente", asevera que los socialistas "no se han portado nada bien" con el PP y critica que los últimos años hayan sido "siete años de deslealtades".
"Siempre he soñado en la posibilidad de un proyecto alternativo con el Partido Socialista al nacionalismo hegemónico en los últimos 30 años, pero veo a los socialistas entregados al PNV de pies y manos", subraya.
Cree "muy preocupante" que Batasuna se pueda legalizar porque "no ha renunciado a su discurso" y augura que el PNV "tendrá que decidir si quiere ser representante de ese mundo radical y fanático, que está comido por el odio, o volver a la moderación".
"Es muy difícil que el PNV vuelva a liderar la política alavesa si no vuelve a una línea de moderación -prosigue-. El PNV alavés conectaba con la sociedad alavesa con dirigentes como Cuerda o Guevara. La sociedad alavesa es muy moderada".
Respecto al Partido Socialista, asegura que "vive en la esquizofrenia de que en Madrid han decidido sacrificar el proyecto del PSE de alternancia al PNV en aras del apoyo nacionalista a Zapatero, y eso sacrifica también a su electorado".
Tras defender que el plan Ibarretxe "está muerto", rechaza que una mesa de partidos sustituya al Parlamento vasco y aboga por "volver al respeto a las instituciones, que es lo que da garantía a los ciudadanos". "La estrategia que se ha puesto en marcha es la que diseñó Batasuna. Es un retroceso grave", advierte.
VITORIA "DESCONOCIDA"
En cuanto a su labor como alcalde de la capital alavesa, asegura que el proyecto que le hace sentirse "más satisfecho" es el de la plaza de toros y reconoce que su "espina clavada" es el auditorium, "que no ha salido por cuestiones partidistas".
Afirma que Vitoria "ha cambiado mucho" y "sigue creciendo", aunque "debe reforzar su identidad y proyectar una imagen clara" porque, "en general, es una gran desconocida".