Alvarez anima a la oposición a "desahogarse" contra ella porque seguirá "haciendo cosas" y los demás "aguantándose"

Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2007 20:01

El PP llama "chula", "soberbia", "tramposa", "incompetente" y "nefasta" a la ministra y le pide que "se vaya y se haga olvidar"

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, aconsejó esta tarde a sus críticos que se "desahoguen" y sigan haciéndole preguntas en el Congreso porque, según aseguró, piensa seguir en su puesto "haciendo cosas" y a los demás les quedará "aguantarse".

Al día siguiente de que el PSOE evitara la reprobación de su ministra por sólo tres votos, Alvarez se enfrentaba esta tarde a una batería de cuatro preguntas del PP y una de ERC en el Pleno del Congreso. El debate derivó en un agrio cruce de acusaciones entre la oposición y la ministra, a la que se tachó de "chula", "soberbia", "nefasta", "incompetente" y "tramposa", entre otros adjetivos, para acabar pidiendo que "se vaya y se haga olvidar".

Abrió fuego el secretario general del Grupo Popular, Jorge Fernández Díaz, quien aseguró que la oposición pidió ayer el cese de la ministra por su "prepotencia e ineficacia" y que se salvó de la censura "gracias al voto de dos tránsfugas", en alusión al líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, y al ex diputado del PP Joaquín Calomarde.

Fernández Díaz recordó la última encuesta del CIS para destacar que Magdalena Alvarez es la ministra peor valorada y pidió su salida del Gobierno "por dignidad política" y para "hacer un favor a la democracia y al presidente del Gobierno.

Magdalena Alvarez replicó que su valoración en el CIS es similar a la de Mariano Rajoy, presidente del PP, y comentó que los 'populares' llevan queriendo que se vaya desde 1989, siendo consejera en Andalucía. "Pero lo siento --agregó--, porque voy a seguir haciendo cosas y ustedes aguantando lo que hago".

"PEGADA AL CARGO".

Dolors Nadal, diputada por Barcelona, fue más allá al asegurar que la "chulería" de la ministra es "deplorable e impropia" del Parlamento y que debería "sentir una infinita vergüenza" por haber evitado su reprobación con el voto de "dos tránsfugas". Tras acusarla de estar "pegada al cargo", enfatizó: "Váyase a su casa y deje de insultar a la inteligencia de los catalanes. Váyase a su casa y deje de reírse de la paciencia y el civismo de los catalanes. Váyase a su casa y hágase olvidar".

Alvarez dijo ver "muy nerviosos" a los diputados del PP y les aconsejó "calmarse", "no decir tantas tonterías" y tomarse las cosas con más "serenidad". "Quedan más plenos --señaló--. Me pueden hacer doce preguntas más, desahóguense, y me pueden seguir insultando, como hacen entre las preguntas".

Eso sí, señaló que también tiene respaldos, tanto del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien considera "un ejemplo" de respeto a los ciudadanos, como de personas anónimas que le escriben cartas de apoyo. "Hay gente normal, no todo el mundo va a ser como ustedes --respondió al PP--. La gente no se deja calentar por su vocabulario incendiario. Los únicos que no saben comportarse en ningún sitio son ustedes".

Alejandro Ballestero también cargó contra la ministra asegurando que "su gestión es nefasta" y "sinónimo de accidentes", que con sus declaraciones "incendia cualquier rescoldo", que obstaculiza investigaciones y que siempre echa la culpa "a los demás". "Si la incompetencia es el problema, la soberbia es el origen", sentenció.

INVITACIÓN A LOS TRIBUNALES.

La ministra insistió en acusar a los 'populares' de estar "obsesionados" con ella, algo que agradece y que incluso no le importa, pero se enfrentó a Ballestero por imputarla esa obstaculización de investigaciones. "Tenga la valentía de acudir a los tribunales", le emplazó.

También hubo un duelo con el portavoz de Fomento del PP, Andrés Ayala, quien acusó a la ministra de seguir "haciendo trampas" al dar por hecho que se mantendrá la puesta en servicio de nuevas líneas de AVE porque, según aseguró, no hay condiciones de seguridad ni personal suficientemente formado.

La titular de Fomento contestó que el PP "no tiene ni idea de lo que está hablando" y recordó la falta de pruebas de AVE en la etapa del PP: "Son agoreros y quieren asustar a la gente porque cuanto peor, mejor", espetó, avisando de que los ciudadanos no valoran a los que se dedican a "malmeter"

Tras lidiar con el PP, a la ministra le tocó enfrentarse al portavoz de Esquerra, Joan Tardà, quien afirmó que "el caos se ha adueñado de las infraestructuras" de cataluña y que sus ciudadanos "sufren un calvario".

ESQUERRA HABLA DE "MALTRATO".

En ese contexto, hizo uso del catalán para llamar a la manifestación por el 'Derecho a decidir' convocada para este sábado en Barcelona porque, según dijo, los catalanes están "hartos", hacen "mal negocio" con España porque no les sale "a cuenta", y ya han dicho "basta" y se han "plantado".

Su alocución y los carteles de la manifestación que exhibían los diputados de ERC desbordaron la paciencia del presidente del Congreso, Manuel Marín, cansado de sus choques con Tardà por utilizar la lengua catalana fuera de Reglamento: "Así no podemos continuar --dijo-- Esto es el Parlamento y no se puede convertir en un pandemonio".

Alvarez respondió recordando los inconvenientes que causan todas las obras, mayores cuando se tratan del calado de una línea de Alta Velocidad, acusando de electoralismo a los republicanos y negando el victimismo "partidario" de Tardà.

"Ha hecho un planteamiento erróneo porque este gobierno ha sido el que más ha destinado a Cataluña en toda su historia. Esta ministra es la que ha ejecutado más inversiones y la que ha colocado a Cataluña en el primer lugar en cuantía en los Presupuestos, y no un año, sino todos, y siempre por encima del PIB y de su población --subrayó--. Hemos superado los datos del PP y ¿cuántas veces sacó la pancarta al PP?".

TURNO PARA ALUDIDOS.

Tras su 'intercambio de golpes' con PP y ERC, la ministra abandonó el hemiciclo con los diputados del PSOE despidiéndola con una ovación, puestos en pie. Pero la estela del debate siguió minutos después cuando, terminada la tanda de preguntas a todo el Gobierno, Marín tuvo que dar la palabra a otros "aludidos", entre ellos el diputado de Nueva Canarias, Román Rodríguez, a quien el PP había tachado de "tránsfuga" y "tramposo" y que quería responder a esos "insultos e insensateces".

Rodríguez se defendió recordando que pasó al Grupo Mixto utilizando "las reglas del juego y avisando al PP de que no debería dar "lecciones" sin mirar a sus propias filas. "Pregúntele al portavoz de su grupo cómo inició su carrera política; comprando a un miembro de la oposición para ser alcalde de Benidorm", sentenció, en referencia a Eduardo Zaplana, y aludiendo también a las "decenas de situaciones promovidas" por el para "modificar la mayoría democrática" en Canarias.

A continuación, Jorge Fernández pidió la palabra para denostar la "clara ofensa" proferida por Rodríguez, que llegó a tachar de "injuria y calumnia". "Ningún diputado se ha dirigido a usted por su nombre y ha salido como un resorte cuando se ha hablado de tránsfugas", le espetó, recurriendo al diccionario para glosar las tres acepciones que recoge para este término.

También la diputada de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, tuvo un turno de alusiones para aclarar al PP que, si ayer hubiera podido acudir al Pleno, hubiera optado por la abstención y no habría apoyado la reprobación para evitar respaldar la estrategia de "desgaste y crispación constante" que achacó a los 'populares'. "Es gracioso que ustedes que, han despreciado a las minorías ahora resulta que sin nosotros no son nada", apostilló.