Dice que el proceso esta "tardando" para evitar la división en ETA y que, si hay un grupo que se desvincula, se continuará sin él
BILBAO, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El abogado sudafricano y experto en mediación internacional, Brian Currin, se ha mostrado convencido de que, "antes de Navidad", se producirá un anuncio de alto el fuego "unilateral, permanente y verificable" por parte de ETA. Currin, que se ha referido, posteriormente, a noviembre como fecha en la que la banda podría realizar la declaración, ha subrayado que la información se la ha transmitido, a través de informes y conversaciones, la izquierda abertzale, de la que "no duda".
En una rueda de prensa celebrada en Bilbao, el mediador internacional ha manifestado que, después de la declaración de alto el fuego, se iniciaría "el proceso de verificación", en el que sería deseable que estuviera el Gobierno español. "La verificación debería hacerse vía contacto entre ETA y el Gobierno español", ha subrayado.
De no ser así, la verificación la podría "asumir" el Grupo Internacional de Contacto (GIC) -que no comenzará su trabajo hasta que no haya un pronunciamiento de ETA-, si así lo consideran los partidos políticos vascos. Tampoco ha descartado que esta labor la desarrollen otros expertos en mediación de conflictos. Tras esta fase, Brian Currin ha afirmado que vendría el desarme por parte de ETA.
El abogado sudafricano ha manifestado que "no tiene la más mínima duda" de que la izquierda abertzale "está al cien por cien al tanto", y conoce "perfectamente" la decisión de ETA de declarar el alto el fuego. "Estoy seguro de que la información que recibo de la izquierda abertzale es creíble. Creo que se ha oído a través de ellos la posición de ETA", ha subrayado.
Tras señalar que en la izquierda abertzale "la batalla entre la política y las balas" se ha resuelto a favor de "la política y los votos", ha precisado que este colectivo "hará lo que necesite hacer para ser legalizada".
En este sentido, ha expresado su convencimiento de que el Gobierno debería mantener una actitud "proactiva" a favor de la legalización, y ha abogado porque "haya cambios" en las políticas penitenciarias, al igual que ha ocurrido en otros procesos. "Es importante que las personas que se han comprometido a la paz, como por ejemplo, Arnaldo Otegi, sean liberados, para que puedan contribuir a la paz", ha manifestado.
ETA
Preguntado por si hay una división en ETA, ha señalado que existe "esa posibilidad", pero espera que "todo se haga para que no se dé esta situación", y ha afirmado que, "por eso", se está tardando "tanto" en llegar "al punto al que todos queremos llegar".
"La izquierda abertzale está comprometida y hará todo lo posible para atraer a ETA en su totalidad a este nuevo proyecto. Si, al final, hay un grupo pequeño que decide que no quiere participar en este nuevo proyecto, el proceso de paz debería continuar sin ellos", ha añadido.
En este caso, ha destacado que los partidos políticos, "en especial, la izquierda abertzale no tendrían relación" en absoluto con este grupo "tan reducido", igual que ocurrió en Irlanda del Norte con el "IRA auténtico". "Será responsabilidad de las Fuerzas de Seguridad del Estado y todos deben apoyarlo", ha apuntado.
Currin ha apostado, de nuevo, por crear una mesa de partidos en la que estén presentes todas las sensibilidades políticas, incluida la izquierda abertzale, y aunque ha señalado que sería bueno que estuviera el PP, ha apuntado que no se puede "bloquear" este iniciativa si éstos deciden no participar en este foro.
"MANDATO DEL GRUPO"
El mediador internacional ha explicado que, hasta que ETA no se realice esta declaración, no comenzará el trabajo del Grupo Internacional de Contacto (GIC), que todavía no se ha constituido y que tendrá como objetivo promover la legalización de la izquierda abertzale, alentar medidas de "generan confianza", "asistir" a los partidos para preparar una agenda de diálogo político, alentar "la negociación multipartita", "sin condiciones y sujeta a los principios Mitchell", para lograr un acuerdo de superación del conflicto, y "mediar a petición de las partes", en caso de bloqueo.
Brian Currin, promotor de la Declaración de Bruselas, ha destacado que ha tratado de consultar con la mayoría de actores políticos vascos con el objetivo de definir "el mandato" para el Grupo Internacional de Contacto.
Tras subrayar que se han mantenido "contactos constructivos", ha manifestado que, fruto de ello, es el "mandato general para el GIC" de "agilizar, facilitar y posibilitar" el logro de la normalización política de Euskadi.
Currin ha manifestado que esta normalización consistiría "en un escenario inclusivo y transparente basado en las vías exclusivamente democráticas, y en ausencia total de violencia o amenaza de violencia de cualquier origen, donde se acuerde un marco jurídico político ampliamente compartido que garantice un escenario de estabilidad en el que todos los proyectos democráticos puedan ser tanto defendidos como materializados".
"Todo ello tendría su base en el principio de respeto a la voluntad democrática de la sociedad vasca, a la pluralidad política, a los principios democráticos y a los procedimientos y normas vigentes", ha subrayado.
Según ha asegurado, los firmantes de la Declaración de Bruselas han dirigido "de forma inequívoca" la demanda de la comunidad internacional que representa dicha declaración. Además, ha recordado que, tal como han sido requerido por los que suscriben este documento, el GIC empezará a trabajar cuando ETA declare un alto "el fuego unilateral, permanente y verificable.
Este Grupo Internacional de Contacto se propone, en base al "mandato" que considera que le han dado "los actores, promover, facilitar y posibilitar la legalización" de la izquierda abertzale, alentar las medidas que generen confianza, como "la superación de las medidas especiales que restringen su actividad política" y la adaptación de la política penitenciaria "a la nueva situación política transformada".
Asimismo, desarrollará una labor de "animar y asistir a los partidos, en la medida en que sea requerido, con la preparación y desarrollo de una agenda para el diálogo político". Asimismo, "alentará, facilitará y posibilitará, en la medida en que sean requeridos por los partidos, el diálogo y la negociación multipartita, sin condiciones y sin un resultado predefinido, sujeta a los Principios Mitchell". El objetivo de este "diálogo y la negociación multipartita sería alcanzar un acuerdo inclusivo para superar el conflicto político".
Asimismo, a petición de las partes, el Grupo Internacional "mediará en caso de bloqueo", y generará "confianza en la sociedad respecto a que un proceso de paz exitoso es ciertamente posible".
