La ponencia de Sortu propone lograr un Estado vasco a través de acuerdos con los estados o unilateralmente

Actualizado: miércoles, 7 noviembre 2012 13:51

Se plantea como "meta intermedia" un Estatuto de autonomía en el que estén integradas la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra


BILBAO, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

Sortu aboga en la ponencia elaborada con motivo de su proceso constituyente, que concluirá el 23 de febrero, por construir un Estado propio en Europa y porque el pueblo vasco decida su futuro, "bien sea a través de acuerdos con los estados o bien desde la unilateralidad". Además, se plantea como "meta intermedia" un Estatuto de autonomía en la que estén integradas la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra.

Estas reflexiones se contemplan en la ponencia "Sortzaile" elaborada con motivo de su proceso constituyente y recogida por Europa Press. En una parte del documento, de 49 hojas, que incluye las bases ideológicas y el modelo organizativo, se afirma que Sortu constituye la expresión organizativa de la resolución Zutik-Euskal Herria que la designa como "la referencia de los independentistas y socialistas de Euskal Herria".

Sortu, que afirma recoger el caudal del MLNV, se muestra dispuesto a recorrer "el camino de la libre determinación del pueblo vasco" e indica que el pueblo vasco decidirá su futuro "bien sea a través de acuerdos con los estados o bien desde la unilateralidad".

Asegura que su proyecto político es el de una "Euskal Herria independiente y socialista con estructuras de Estado propias", y cree necesario "el Estado vasco para garantizar la supervivencia de Euskal Herria y su pleno desarrollo".

DERECHO A DECIDIR

La nueva formación de la izquierda abertzale afirma que el "reconocimiento nacional de Euskal Herria y el derecho a decidir están ligados a la democracia", y se plantea como objetivo vertebrar Euskal Herria "en una sola estructura política", culminando "el proyecto político que reunifique a los siete territorios".

Sortu asume que el conjunto de objetivos estratégicos no se alcanzarán de forma "inmediata", por lo que asume que el camino incluirá "fases y metas intermedias". "Hay que constituir el sujeto político vasco, a sabiendas de que el reconocimiento de Euskal Herria no conllevará la institucionalización nacional de forma automática", reconoce.

En este sentido, plantea partir de la realidad institucional actual para abrir un "nuevo espacio político", desde el que los diferentes territorios puedan concretar "el modelo constitucional de forma progresiva y en función de la voluntad popular".

CAV Y NAVARRA, "EN UNA AUTONOMÍA"

En el tránsito hacia "un Estado vasco" en Europa, defiende buscar "metas intermedias", como el logro de un Estatuto de Autonomía para la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra --que recoja una legislación interna que reconozca la especificidad de Navarra y defina la relación entre territorios--, y la institucionalización del País Vasco francés.

En la actual coyuntura, Sortu indica que la unilateralidad se ha convertido en la "piedra angular" del proceso y el instrumento "para traer el cambio".

No obstante, asegura que también quieren estructurar "un esquema de bilateralidad con los Estados, tanto para resolver las consecuencias del conflicto (tal como recoge la Declaración de Aiete) como del modo de implementar con Madrid y París los acuerdos políticos a alcanzar entre los agentes vascos".

Sortu señala, sin embargo, que las "trabas y el boicot" resultan evidentes" porque el Gobierno español no tiene intención de "entrar en el proceso de resolución". Por ello, indica que no queda "otra opción" que incidir en la relación de fuerzas y, para ello, "la unilateralidad será de nuevo la palanca".

Reconoce que la política de alianzas y acumulación de fuerzas serán "ingredientes esenciales". En este sentido, indica que los acuerdos con otras fuerzas independentistas y soberanistas ha sido una "primera base" y defiende ampliar "más ese trabajo en común a largo plazo", no sólo en el ámbito de los partidos.

En este sentido, apuesta por constituir un Bloque Nacional Popular Independentista, que sería la "máxima expresión de la estrategia a favor de la soberanía plena".

"LIBERACIÓN NACIONAL"

El documento plantea que Sortu surge con el objetivo de "convertirse en referente dinámico del MLNV y motor del proceso de liberación nacional y transformación social". De esta forma, pretende que se convierta en "herramienta fundamental para lograr un Estado independiente, socialista, feminista y euskaldun".

La nueva formación de la izquierda abertzale denomina a la "fase actual" como "la Revolución Democrática Nacional", que tiene como objetivo "hacer de la lucha ideológica la punta de lanza que resquebraje la ideología dominante para asentar una doble lucha contra el sistema que permita avanzar en el proceso de liberación nacional y transformación social".

Sortu reivindica la nación de "Euskal Herria, un pueblo con personalidad histórica y cultural contrastada" y sometido, "a partir del siglo XVI, por los Estados español y francés".

Tras señalar que, a finales del siglo XIX y tras derrotas de las guerras carlistas, "el nacionalismo burgués del PNV se reivindica como nación con derecho a su independencia", dice que, a mediados del siglo XX, "sectores de trabajadores patriotas transforman ese nacionalismo burgués en un abertzalismo revolucionario".

A su juicio, "permanecer bajo la intervención de los Estados español y francés, supone una negación de facto para el pueblo vasco que sitúa en grave peligro su supervivencia cultural, social, política y económica". Además, apuesta por "una Europa basada en la soberanía de los pueblos y por una Euskal Herria como Estado reconocido dentro de la UE".

En este sentido, precisa que "desear la independencia tampoco significa" que desee "una nación cultural homogénea y uniforme". "Defendemos una nación en la que se reconozcan los derechos de todas las personas que viven y trabajamos en ella, incluidas las que tienen otros orígenes o mantienen otras identidades", indica.

EUSKERA

Sortu destaca que el euskera "es la principal seña de identidad del pueblo vasco", y aboga por darle prioridad "en todos los ámbitos públicos y privados". En esta línea, precisa que "la consecución del Estado vasco que será la única garantía de supervivencia" de esta lengua.

En este sentido, apuesta porque el euskera sea "la única lengua oficial en todo el territorio de Euskal Herria y que todas las funciones lingüísticas se desarrollen en euskera a medida que avance la normalización de su uso".

En esta línea, dice que, "tomando la cultura vasca como base y elemento central", la enriquecerá "con culturas de distintas épocas, de otros orígenes y de otros pueblos del mundo". "El objetivo es restablecer el pueblo del euskera", afirma.

En su opinión, "todas las comunidades lingüísticas tienen derecho a definir y desarrollar su política lingüística dentro de su territorio, de manera soberana y sin injerencias externas, sin aceptar procesos de aculturización, imposiciones culturales o asimilaciones lingüísticas de nadie, para que ninguna persona sea obligada a ser 'extranjera en su pueblo'".

ETA Y EL CONFLICTO

Por otra parte, defiende el trabajo en común y los acuerdos para la resolución del conflicto y apuesta por coincidir también con fuerzas que "hasta ahora han sido oponentes o enemigos".

Sortu afirma que su voluntad es "clara y honesta" y quiere superar, desde criterios estrictamente democráticos, el conflicto".

La ponencia hace referencia a que ETA ha concluido de forma definitiva su actividad armada, pero Sortu señala que ello no ha hecho desaparecer las "diferentes expresiones de violencia" y acusa a los estados de "mantener intacta su maquinaria represiva".

También asume su responsabilidad en la defensa de los derechos de los presos de ETA y de los "exiliados", y expresa el compromiso de reconocer a todas las víctimas, "conocer toda la verdad y cerrar heridas".