AMPL.- El Ayuntamiento de Madrid podrá expropiar la actividad de locales de ocio por ruido aunque intentará la mediación

Iniciará una campaña con los locales de ocio para concienciar a sus usuarios de la necesidad de mantener el silencio en la vía pública

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 15 enero 2009 17:24

MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Madrid podrá expropiar el uso de los locales de ocio de las zonas donde haya gran aglomeración de discotecas y bares si no consigue reducir el ruido nocturno en las calles, si bien antes intentará obtener los mismos resultados mediante la mediación, iniciando una campaña conjunta con los responsables del sector para que los usuarios mantengan el nivel sonoro en la vía dentro de los límites marcados por la legislación europea, que fija en 55 decibles A el máximo de ruido durante la noche.

El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, informó hoy en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de, que tras reunirse ayer con la Plataforma Empresarial por el Ocio y el Turismo de Calidad de Madrid, el Gobierno local ha decidido comenzar una campaña en los locales, con la colaboración de propietarios y trabajadores, en la línea de otras iniciativas organizadas bajo el slogan 'Diviértete sin molestar'.

Esta iniciativa buscará concienciar a los usuarios de que a la salida de los locales deben reducir el ruido en todo lo posible, ya que la vía pública "es un espacio con otros usos para otros ciudadanos, como es el derecho al descanso" y no está insonorizada como los bares.

Según el alcalde, que se definió como "muy optimista" con respecto a las posibilidades de éxito de la campaña, "la inmensa mayoría de gente que sale de noche es sensible cuando la Policía le hace una llamada de atención para bajar el volumen, y eso es algo que podrían hacer, de la manera más amable posible, otras personas contratadas por el Ayuntamiento y los empresarios, unos mediadores", que podrían incluso dirigirse a los protagonistas de los tan ruidosos botellones.

"Si por ese camino conseguimos que cualquier ciudadano de Madrid tenga garantizado su derecho al silencio no será necesario que el Ayuntamiento reduzca el número de locales de algunas zonas, pero al final la legislación europea da un derecho al ciudadano, y si no se puede garantizar mediante cambios de conducta y hábitos, tendremos que hacerlo de alguna otra forma", advirtió el primer edil.

Es decir, que el Consistorio está dispuesto a limitar el número de locales en determinadas zonas de 'marcha', como el centro, para evitar las aglomeraciones de gente en su exterior y los consiguientes ruidos. Y en las zonas donde ya hay demasiados 'garitos' abiertos, el Consistorio podría expropiar el uso de actividad de los locales.

"En cualquier caso, no es el deseo de este Ayuntamiento llegar a las expropiaciones de uso, porque pensamos que la noche madrileña es un activo importante tanto económicamente como en el paisaje urbano y social, además de que tendría un gran coste para los contribuyentes", apostilló Gallardón.

MEDIDAS CORRECTORAS VS. MEDIDAS SANCIONADORAS

Y es que el Ayuntamiento baraja dos posibilidades para atajar este problema. La retirada de la licencia a algunos locales se encuentra entre las sancionadoras, que se aplican al agente emisor del ruido cuando éste está "localizado e individualizado". "Pero estos casos son mínimos, porque los locales de ocio en Madrid tienen en general buenos sistemas de aislamiento", valoró Gallardón.

En la mayor parte de los casos, los causantes de las molestias sonoras son los usuarios, que sobre todo a las horas de cierre de los locales causan gran alboroto, sobre todo en los distritos más antiguos que tienen calles estrechas. "Ahí no puede haber sanciones, sería prácticamente imposible mandar a policías para que vigilen los grados de decibelios de las personas, no sería una medida efectiva, aunque siempre se podrá sancionar cuando se detecte una actitud especialmente agresiva", justificó el líder popular.

Para decidir dónde aplicar unas medidas u otras, la Junta de Gobierno aprobó hoy el nuevo Mapa Estratégico del Ruido, que presentaron Gallardón y la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, el pasado martes, y que cartografia los niveles sonoros generados por el tráfico rodado en la ciudad, ponderando los resultados en función del número de ciudadanos que viven en cada área y también según la sensación de ruido que se produce según el momento del día, diferenciando entre mañana, tarde y noche.

"Lo que hemos hecho con este diagnóstico de la situación es establecer cuáles son los espacios donde tenemos que actuar", indicó Gallardón, recordando que el Ayuntamiento no es la única administración que deberá tomar medidas, ya que sólo es responsable del ruido del tráfico rodado, mientras que Adif y Aena deberán desarrollar sus propios mapas sonoros e implementar las medidas correctoras necesarias para paliar el ruido que causan sus infraestructuras ferroviarias y aeroportuarias, respectivamente.

MAPA DEL RUIDO

El Mapa del Ruido se elaboró con la ayuda de 25 técnicos municipales que han trabajado durante dos años con los datos recogidos en 30 estaciones fijas y más de 9.000 horas medidas en 1.800 puntos, e incluye los niveles de ruido de más de 70 millones de puntos de la ciudad.

Sus resultados indican que el 20 por ciento de los madrileños (665.400 personas) soportan ruidos superiores a los 55 decibelios A, lo máximo permitido por la legislación durante la noche, sin contar a los vecinos del aeropuerto de Barajas e infraestructuras ferroviarias, mientras que el número de personas expuestas a niveles superiores a 65 decibelios A, objetivo de calidad fijado por la legislación en periodo diurno, se acerca a 182.200, lo que representa el 5,6 por ciento de los madrileños.

Los puntos negros se encuentran, sobre todo, cerca de las grandes vías de distribución interior, como todo el eje del paseo de la Castellana desde la plaza de Carlos V hasta la plaza de Castilla; los nudos viarios de la M-40, como su intersección con la M-23 en O'Donnell o con la Autovía del Sur; o la zona de Puente de Vallecas.

Según el Consistorio, el Mapa refleja que el ruido en Madrid es "muy similar" al de otras ciudades europeas de dimensiones parecidas, y que hay "menos población expuesta a niveles sonoros altos que en otras capitales españolas como Valencia, Málaga y Bilbao, a falta de conocer los datos de Barcelona", apostilló Gallardón.

ÁREAS DE SENSIBILIDAD ACÚSTICA

Junto con esta "radiografía sonora de la ciudad", el Ayuntamiento también está trabajando en una clasificación de la ciudad por zonas según las áreas de sensibilidad acústica, donde se fijen los niveles máximos de ruido en función del uso del suelo. Luego, cruzarán esta información con el Mapa Estratégico del Ruido para señalar dónde se debe actuar, declarando Zonas de Protección Acústica Especial.

Esta clasificación fue aprobada también hoy de manera inicial, con un periodo de información pública posterior de un mes. Una vez se produzca la aprobación definitiva, el área de Medio Ambiente estará en posición de diseñar planes zonales específicos que incluyan las medidas correctoras allí donde los niveles de ruido sean superiores a los fijados por las zonas de protección.

Entre otras actuaciones, el Consistorio podrá usar pantallas, asfalto poroso, aislamientos acústicos de fachadas, reducción de la velocidad media del tráfico o del número de vehículos en determinadas vías de titularidad pública. Según el director general de Calidad, Control y Evaluación Ambiental, Manuel Tuero, estas medidas podrían empezar a tomarse de aquí a un año, aunque algunas ya se están implementando.

"Conquistar el silencio es una meta, íntimamente relacionada con la salud y con la salvaguarda de dos derechos constitucionales: la integridad física y moral, y la intimidad personal y familiar y la inviolabilidad del domicilio. El ruido es anticonstitucional", zanjó el líder popular.

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