SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño (PSdeG), abandonó hoy su escaño durante la votación en pleno del dictamen de la comisión de investigación sobre la Cidade da Cultura (CdC) para escenificar su rechazo a que las conclusiones sean remitidas a la Fiscalía del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), una medida que fue aprobada con los votos de su propio grupo parlamentario y del BNG.
Touriño, que también es secretario general del PSdeG, explicó que evitó votar el dictamen "por coherencia", ya que defiende que "no es lo mejor contribuir a judicializar la vida política en ningún caso". A su juicio, la función del Parlamento "acaba" en la labor de poner "luz y taquígrafos, transparencia y rigor a investigar lo sucedido en la gestión por el anterior Gobierno" a través de la comisión que realizó sus trabajos durante los últimos tres meses y medio.
"El Parlamento está para la política y hay que mantener la división de poderes", aseveró el presidente gallego, para quien el trabajo parlamentario de la comisión de investigación merece una evaluación "muy positiva" y "cierra una etapa que introduce transparencia y rigor", pero no debe abrir una vía judicial sobre posibles irregularidades en la gestión del complejo cultural que se construye en el Monte Gaiás y cuyo coste se ha disparado hasta 476 millones de euros.
Touriño intentó restar trascendencia a su abandono del pleno y definió como "resultado previsible" que 37 votos de los escaños socialistas y nacionalistas, por 33 de los populares, sacasen adelante el dictamen que recoge la recomendación de trasladar al fiscal toda la información recabada en la comisión. "Acaba de aprobar con normalidad su dictamen y eso es lo relevante", afirmó, aunque agregó: "sigo manteniendo mi criterio de que no es conveniente, y nunca lo hicimos desde el Grupo Socialista, de que no hay que judicializar la vida política".
NEGOCIACIONES.
No obstante, los votos de los diputados socialistas y nacionalistas se unieron en el pleno de hoy para aprobar el dictamen que previamente habían pactado ambos grupos parlamentarios y aprobado en comisión, mientras que el PPdeG defendió en solitario su voto particular.
Durante el debate parlamentario, los socialistas propusieron eliminar la recomendación de remitir al Ministerio Fiscal el documento de la comisión de investigación para "no judicializar la vida política" y antes de la votación, los tres portavoces, junto a Manuel Ruiz Rivas (PP) y Ismael Rego (PSdeG) mantuvieron un breve contacto en el Hemiciclo para intentar un acuerdo que eliminase esta recomendación.
El BNG y el PSdeG ofrecieron la posibilidad de que el actual PPdeG "limpiase el partido" y "cambiase de piel" para "alejarse" de la anterior gestión sobre la Cidade da Cultura. Sin embargo, los populares mantuvieron su voto particular y votaron en contra del dictamen acordado por la comisión de investigación por considerarlo "inadmisible"; al tiempo que denunciaron la "interferencia" de la actual Xunta en los trabajos de los últimos meses.
COMISIÓN POLÍTICA
En el debate sobre el dictamen, el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, enmarcó la creación de la comisión de investigación sobre la CdC "no en las ansias por depurar responsabilidades", ya que la Fiscalía ya estaba actuando, y recalcó que se concibió como "una comisión política" y "no" como "un tribunal popular".
Insistió en que, frente a la "labor de ocultación" del anterior Xunta en relación al origen y gestión del proyecto, ahora se buscó hacer un "pronunciamiento político" y "conocer la verdad" para extraer "conclusiones operativas". "No queremos judicializar la vida política", afirmó Aymerich, que concretó que lo que se buscó fue "conocer la verdad, pasar página porque ya la leímos y convertir el proyecto en una oportunidad".
No obstante, previamente, el portavoz nacionalista reprochó que el PP "no diese ninguna justificación seria y rigurosa" respecto a la CdC, pero ironizó sobre "cómo se va a justificar un sueño". Así, apuntó la "indefinición crónica" del proyecto del PP, cuestionó la anterior gestión y señaló al ex consejero de Cultura Jesús Pérez Varela como "el autor intelectual y el beneficiario directo de un monumento de mala e ineficiente gestión". Por contra, defendió la "racionalización" que caracteriza la actual gestión del bipartito.
Por su parte, el portavoz del PSdeG en la comisión, Xaquín Fernández Leiceaga, defendió el dictamen consensuado con el BNG como "riguroso y equilibrado", al recoger "un relato de los hechos y unas conclusiones políticas" con las que "se hace luz" sobre la gestión del complejo. Defendió que ahora se puede "producir el mayor consenso posible" a partir del conocimiento de los hechos, de los que "responsabilizó" al PP, del que dijo, legó "una herencia envenenada al nuevo gobierno".
No obstante, tras constatar los "criterios de buena administración" del bipartito sobre la CdC, el parlamentario socialista planteó al Grupo Popular la "oportunidad" de "alejarse" de una gestión "imprudente" y ser "cómplices" de la actual, que definió como "más transparente".
Para evitar "judicializar" la cuestión, Leiceaga planteó como gesto de "generosidad" la posibilidad de una transacción que "eliminase" la referencia de remitir al Ministerio Fiscal el dictamen, pero "manteniendo un compromiso con la verdad" al detallar que el documento quedaría "a disposición de las autoridades que así lo precisen".
Mientras Ignacio López Chavez, quien actuó como portavoz del PP, no entró en la propuesta, tanto Aymerich (BNG) como Leiceaga (PSdeG) insistieron en el mensaje de "no judicializar" el dictamen e instaron a los populares aprovechar la oferta de diálogo y desmarcarse de la anterior gestión hecha sobre el proyecto en construcción en el Monte Gaiás.
INTERFERENCIA
Sin embargo, López-Chávez defendió primero el voto particular de su grupo, por considerar "inadmisible" el dictamen que PSdeG y BNG ya habían aprobado en solitario en la comisión. El PP denunció "las campañas de falsedad" que los socios del bipartito han venido realizando en los dos últimos años en relación a la gestión sobre la CdC. Argumentó que el dictamen es "inadmisible" porque supone un "ataque" a la independencia del Consejo de Cuentas y aseguró que este documento "no responde" a los trabajos de la comisión de investigación, sino que fue "elaborado por el gobierno, al menos por dos gabinetes".
El portavoz por el PP denunció "la interferencia del gobierno de Pérez Touriño" y dijo que "no dejó trabajar con libertad" a la comisión de investigación, ya que intentó "ocultar lo que está sucediendo ahora" en la gestión de la Cidade da Cultura. También reprochó que se intente "ocultar el engaño" que supuso afirmar que el complejo era "un proyecto de Estado" para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero
"No estamos de acuerdo porque es un dictamen de parte y el objetivo es ocultar las irregularidades que existen hoy en la Cidade da Cultura", aseveró López-Cháves. El portavoz popular aludió a la "doble moral" del bipartito, que critica el proyecto en Galicia y presume de él en el extranjero, al tiempo que denunció la "debilidad política" de Touriño, a quien acusó de "sacrificar el Monte Gaiás por Monte Pío", en alusión a su interés por permanecer al frente de la Xunta a consta del proyecto que gestiona la consejera Anxela Bugallo (BNG).
Con el debate y votación del dictamen en la sesión plenaria extraordinaria de hoy se pone fin al trabajo de la comisión de investigación que durante tres meses y medio analizó 4.000 folios de 55 bloques de documentación, escuchó a 33 comparecientes y trató de elaborar unas conclusiones conjuntas, aunque finalmente no fue posible.