AMPL.- Trinidad Jiménez no prevé un encuentro "formal" con opositores libios

La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, no tiene previsto ningún encuentro "formal" con los rebeldes opositores del autodenominado Consejo Nacional Libio que visitan estos días instituciones y capitales europeas.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de comparecer en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo en el Congreso, ha señalado que "en principio" no tiene "formalmente previsto ningún tipo de reunión" con los representantes de los rebeldes "salvo que" estos "estén formalmente" en la reunión que mañana celebrarán los ministros europeos de Exteriores en Bruselas.

El jefe del comité de crisis del Consejo Nacional Libio, Mahmud Jebril, y el 'ministro de Exteriores' del Consejo provisional, Ali Essawi, ex embajador libio en India, han adelantado este miércoles en Estrasburgo, donde han visitado la Eurocámara, que prevén mantener contactos con distintos gobiernos europeos "en los próximos días", antes de que los líderes de la UE se reúnan el viernes en la capital belga para analizar la situación en Libia.

No han detallado con qué Gobiernos se reunirán, pero el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha confirmado que les recibirá mañana, mientras que el primer ministro maltés, Lawrence Gonzi, y el ministro de Exteriores portugués, Luis Amado, se han reunido este miércoles con un emisario de Gadafi, quien les ha expuesto la postura del régimen del país norteafricano.

Fuentes diplomáticas españolas no han aclarado este miércoles si hay intención o no por parte del Gobierno de mantener algún contacto con estos representantes de Gadafi enviados a contrarrestar la ofensiva diplomática lanzada por los rebeldes.

En su comparecencia en la Cámara Baja, Jiménez ha reivindicado la postura de España ante una situación "inestable" como la que vive Libia, que ha consistido en responder de forma "muy rápida" a la emergencia humanitaria creada por la violencia en el país y por la que les ha felicitado la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR.

CONTACTOS DISCRETOS

Esto no quiere decir que España no haya tenido contacto con los rebeldes, algo que están haciendo prácticamente todos los países europeos.

De hecho, el jefe de la Oficina Humanitaria del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Pablo Yuste, ha viajado recientemente a Benghazi con el objetivo principal de ver sobre el terreno las necesidades humanitarias de la población en esa región del país, bajo el control de los rebeldes, precisan a Europa Press fuentes diplomáticas.

Este desplazamiento le ha permitido tomar el pulso a la situación en las zonas liberadas del este del país, aunque las fuentes subrayan que aún es pronto para que España reconozca al Consejo Nacional como alternativa a Gadafi porque, con el coronel manteniendo el control sobre el oeste del país, se podría caer en el error de reconocer una división de facto de la nación.

La ministra ha reconocido en la Comisión que el Gobierno ha establecido "contacto en la zona de Benghazi" después de recibir una llamada de emergencia para que enviara medicamentos para enfermos crónicos a través de la Media Luna Roja, pero no ha aportado más detalles con el argumento de que España debe seguir la "evolución de los acontecimientos" con "profesionalidad y discreción".

La ministra ha reconocido que no espera una postura clara de la UE con respecto a cómo actuar ante la crisis libia hasta que se reúnan el viernes los jefes de Estado y de Gobierno.

El encuentro de mañana con sus colegas europeos, ha dicho, servirá para intercambiar impresiones e información, y para examinar los distintos escenarios posibles.

Preguntada por el apoyo de los países árabes al establecimiento de una zona de exclusión aérea, ha precisado que la Liga Arabe, aunque ha hecho alguna declaración favorable a esta medida, está "a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos y de qué manera se puede hacer siempre que suponga la menor intervención posible".

Ha destacado además que todos los países que se han manifestado sobre el establecimiento de una zona de exclusión aérea coinciden en la necesidad de contar con una resolución favorable del Consejo de Seguridad de la ONU que avale esta medida. Rusia y China, con poder de veto en el Consejo de Seguridad, se oponen de momento a esta medida.