AMPL.- Vara avisa a Montilla de que las afecciones o desafecciones no pueden tener precio porque entonces son intereses

Actualizado: lunes, 24 mayo 2010 14:28

Pide un nuevo pacto que permita "vivir en paz" y recuerda que hace 30 años mucha gente renunció a "cosas que para ellos eran importantes"

MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, advirtió hoy al jefe del Ejecutivo catalán, José Montilla, de que las afecciones o desafecciones "no pueden tener precio" porque, en ese caso, dejan de serlo para convertirse en "intereses" y defendió que lo "esencial" es lograr alcanzar acuerdos sobre elementos "básicos" como la crisis económica.

Durante su intervención ante la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, Vara aseguró compartir las tesis del Gobierno en la renovación del Tribunal Constitucional, pero quiso dirigirse directamente a Montilla, quien en su intervención advirtió de que "está en juego que la desafección se convierta en profunda frustración y pueda dar argumentos a aquellos que quieren dar la ruptura".

"Querido president, las afecciones o desafecciones no pueden tener precio porque si a los afectos se les pone precio, son intereses --le respondió el presidente extremeño--. Tienen que ser compromisos compartidos, ser capaces de ponernos de acuerdo en aspectos básicos y formales y no hacer política sobre la base del rechazo de lo contrario, sino de la defensa de lo que cada uno está absolutamente convencido".

En este punto, defendió que la ciudadanía pide a los políticos que centren sus esfuerzos en "lograr que la prosperidad compartida pueda volver a ser realidad". "Y eso con cuatro millones seiscientos mil parados en bastante difícil de comprender", enfatizó antes de insistir en que este debe ser el principal objetivo de los gobernantes, "se diga en euskera, catalán, gallego o castellano".

Por todo ello, Vara reclamó que se alcance "un nuevo pacto" que permita a España "seguir viviendo en paz". "Hace 35 años en este país hubo mucha gente que renunció a cosas que para ellos eran importantes, algunos al marxismo, otros guardaron sus deseos de república, otros aparcaron sus nostalgias y otros renunciaron a la independencia --recordó--. Todo se guardó en un cajón y se cerró con llave y ojalá que la llave se hubiera tirado al mar".

"NOS HACE LIBRES SER IGUALES"

Siguiendo con esta necesidad de pacto, lamentó la ausencia de numerosos presidentes autonómicos en la sesión de hoy en la Cámara Alta y afirmó que con ella no se presta "el mejor de los servicios a la cooperación y colaboración tan necesaria y exigida por la ciudadanía".

"Lo que nos hace libres no es hablar el mismo idioma, sino ser iguales", defendió antes de insistir en la necesidad de buscar acuerdos "de cooperación horizontal". Como ejemplo, reconoció no entender que se esté hablando de armonización fiscal en Europa y esto no sea una realidad en España.

"La España de las autonomías es un magnífico instrumento para salir de la crisis, pero para ellos nos tenemos que replantear algunas cosas desde el convencimiento profundo de que la igualdad es posible gracias a la España de las autonomías".

Fernández Vara reconoció que ayer no fue capaz de explicar a su madre "de ochentaitantos años" el objetivo de la reunión de hoy y, por ello, animó a hacer un esfuerzo para explicar ante la ciudadanía que no se está intentando "distraer la atención sobre cosas que no tienen importancia", ya que hay artículos del texto estatutario catalán recurridos que no lo han sido en otros estatutos.

NO DAR TANTA IMPORTANCIA A LAS LENGUAS

En este contexto, retomando la renovación del TC, defendió que no se puede culpar de la situación a los magistrados y, utilizando un símil futbolístico, enfatizó que la responsabilidad "no la tiene el árbitro del partido porque en medio del encuentro haya cumplido la edad de jubilación".

Además, respecto al uso de las lenguas, rememoró los años en los que estaba prohibido el uso de las lenguas cooficiales pero también recordó que en otras zonas como Extremadura "ni siquiera se podía hablar en la que sabíamos todos porque mucha gente no sabía leer ni escribir". "No demos tanta importancia lengua, sino que seamos capaces de coincidir en el diagnóstico y el tratamiento", defendió en una intervención calificada por el consejero gallego de Presidencia, Alfonso Rueda, como una "enmienda a la totalidad".