BARCELONA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidenciable del PSC, José Montilla, reapareció hoy en público desde la noche electoral para formalizar junto a Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Saura y el resto de diputados de PSC, ERC e ICV-EUiA la reedición del tripartito en un acto solemne en el auditorio del Parlament en el que prometió presidir un Gobierno que "piense en Catalunya", "no sometido a tutelas de partido ni injerencias externas" y que "ofrece y reclama lealtad institucional".
Montilla, que quiso cerrar su discurso con un "Visca Catalunya!", se comprometió a liderar "un gobierno sólido, serio, de mirada amplia y larga duración" con retos que "no se agotan en una legislatura" y que pretende "aplicar lo mejor que hemos aprendido" del anterior tripartito liderado por Pasqual Maragall y evitar "repetir los errores".
"Queremos seguir transformando Catalunya, construir una sociedad de bienestar avanzado", dijo Montilla y aseguró que "lo haremos con un gobierno con ilusión renovada, que aplicará la experiencia adquirida del Gobierno de la etapa de Pasqual Maragall, aprovechando lo mucho que se ha hecho y aprendiendo de aquello que no ha funcionado suficientemente bien".
El líder del PSC admitió que "no todo fue positivo" en la última legislatura, pero señaló que "en la vida lo importante es no equivocarse, sino aprender de los errores". "Puedo afirmar con rotundidad, que aplicaremos lo mejor que hemos aprendido y no repetiremos los errores", sentenció.
Así, fijó el diálogo como "método de trabajo" y garantizó un gobierno "dialogante pero firme" que "evite la crispación" pero sin cesar en la "defensa contundente de los intereses de Catalunya". Con "diálogo y flexibilidad", sin "buscar el victimismo como excusa", pero "sin olvidar nuestras convicciones".
El suyo será, dijo, "un Gobierno que piense en Catalunya, consciente de que no hay nada más importante que los intereses de los catalanes", "cohesionado, no sometido a tutelas ni injerencias externas" y que "ofrece y reclama lealtad institucional", sin olvidar la relación "fraternal" con "el resto de pueblos de España".
CAROD Y SAURA OFRECEN UN GOBIERNO FUERTE.
Previamente, el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, aseguró que "seremos un gobierno fuerte, que nadie lo dude" y prometió "voluntad de construir, con la mano tendida permanentemente hacia todos los sectores". "Nos jugamos mucho, el presente y el futuro, y no fallaremos", sentenció.
En su intervención, Carod justificó la apuesta de ERC por la reedición del tripartito y aseguró que nada como esta coalición puede garantizar "la cohesión social". "Este gobierno no irá contra nadie", aseguró.
También Joan Saura hizo uso de la palabra para reafirmar que el Gobierno de 'Entesa' será un ejecutivo "en el que confiar" que trabajará con "ética, transparencia y rigor" y del que los catalanes se sentirán "orgullosos" porque, en esta ocasión, "se ha puesto el Gobierno por encima de los objetivos partidistas y personales, por el bien del país".
LA LEGITIMIDAD DEL TRIPARTITO.
No obstante, el protagonista fue Montilla, con traje azul y corbata lisa a juego, quien esgrimió la legitimidad de la mayoría de los partidos de izquierdas para formar gobierno. Montilla sostuvo que "quienes habían planteado las elecciones como un plebiscito" contra el anterior tripartito "fueron derrotados y no obtuvieron mayoría suficiente para gobernar".
Ahora, añadió, "Catalunya necesita una mayoría fuerte para garantizar un gobierno fuerte y estable", algo que "sólo" la reedición del tripartito puede garantizar con 70 diputados. "No quiero creer que haya que pedir respeto a las instituciones y al sistema político y menos que haya que exigir este respeto a fuerzas inequívocamente democráticas", avisó a CiU.
Montilla se declaró "consciente de la responsabilidad que tenemos hacia los ciudadanos" y "agradeció" la "confianza otorgada" ofreciendo el compromiso de que "el próximo gobierno de la Generalitat trabajará por una Catalunya más justa, igualitaria y orgullosa identidad nacional".
NUEVA ETAPA.
Así, señaló que Catalunya inicia una "nueva etapa" en la que situó como objetivos la "construcción y consolidación de la sociedad del bienestar", asegurar la continuidad de la buena situación económica", el pleno despliegue del Estatut aprovechando sus "potencialidades en competencias, financiación y de reconocimiento de nuestra identidad nacional" y trabajar por el equilibrio territorial y ecológico de Catalunya "impulsando todas las infraestructuras que nos permitan afrontar con garantías el futuro y un crecimiento económico, sostenido y sostenible".
Montilla también planteó una reflexión necesaria sobre la abstención registrada en las elecciones y manifestó su deseo de encabezar un gobierno que "devuelva a la gente el interés por la política, por las instituciones y sus representantes", fortaleciendo el prestigio de la política y con "un gobierno sólido, serio, de mirada amplia y larga duración".
COMPROMISOS PROGRAMÁTICOS.
El presidenciable socialista desplegó una serie de compromisos programáticos que pasan por intensificar la colaboración con los ayuntamientos, el rigor y la eficiencia en la gestión de las finanzas públicas, políticas sociales para garantizar servicios públicos "de primera"; una educación, sanidad y políticas familiares y servicios a personas dependientes que hagan de Catalunya un referente.
Montilla se comprometió a desarrollar una acción de gobierno "capaz de combinar el mercado con el sector público, el crecimiento con la redistribución, el espíritu emprendedor y la innovación con la seguridad, la competitividad con respeto al entorno, la cohesión territorial y social; y el estímulo a la libertad con igualdad de oportunidades".
Así, planteó la adaptación de las políticas sociales a los cambios demográficos, culturales y socioeconómicos provocados por la inmigración, continuar con la política de rehabilitación de barrios impulsada por Maragall, y las políticas de vivienda y empleo como prioridad.
Para Montilla, el reto del nuevo Gobierno es hacer de Catalunya "una de las naciones más avanzadas del mundo" y que tenga "el liderazgo y el reconocimiento en España, en Europa y en el mundo que siempre ha soñado y siempre ha merecido".