(Ampliación) El Tribunal Supremo rebaja 4 años la condena al guardia civil que mató a dos compañeros en Albacete

Actualizado: jueves, 16 marzo 2006 14:32

MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ha acordado rebajar a 42 años y 2 meses la condena, de cuatro años más, impuesta a Antonio Peñafiel, el teniente coronel de la Guardia Civil que mató en junio de 2003 a dos oficiales en el cuartel de Albacete e hirió al agente que le sucedió en su puesto, al considerar que las heridas provocadas a éste son graves, y no muy graves como establecía el Tribunal Militar Central en la sentencia recurrida.

Así lo ha acordado la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo en una sentencia hecha pública hoy, en la que estima parcialmente el recurso de casación interpuesto por el guardia civil contra la resolución dictada por el Tribunal Militar Central el 17 de junio de 2005.

El Tribunal Militar Central condenó a Peñafiel a 20 años por atentado con resultado de muerte del comandante Isidoro Turrión, a 16 años por asesinato con alevosía de Francisco Naharro, a 14 meses por tenencia ilícita de armas y a 9 años por atentado con resultado de lesiones muy graves de Antonio Lázaro Gabaldón. Ésta última pena es la que finalmente el Supremo ha rebajado cuatro años, al considerar que las lesiones son graves, y no muy graves.

El Tribunal Supremo estima en su sentencia que las lesiones de Lázaro Gabaldón "tardaron en curar no más de 90 días y que las secuelas consistieron en una obstrucción leve del flujo aéreo y una ligera restricción pulmonar que no merma su calidad de vida", lo que no reviste el carácter de lesiones muy graves.

Asimismo, el tribunal ha acordado aumentar en 49.000 euros la indemnización de 325.000 euros que inicialmente Peñafiel debía pagar a la viuda y a los hijos del doctor Francisco Naharro, al estimar que la primera sentencia no incluía el perjuicio por las ganancias que éste dejó de percibir como médico. Además de esto, Peñafiel ha perdido su condición de guardia civil y estará inhabilitado de por vida para ejercer un cargo público.

NO ESTABA ENAJENADO

Por otro lado, la sentencia rechaza la alegación del abogado de Peñafiel, Marcos García Montes, quien solicitaba que se le aplicase la eximente de enajenación mental porque, según él, padecía un trastorno paranoide de la personalidad que anulaba su capacidad de controlar su voluntad.

El tribunal ha confirmado en este sentido el dictamen del Tribunal Militar Central, que consideraba que sufría este trastorno paranoide, con rasgos narcisistas, pero que no alteraba su intelecto y voluntad, sino que tan sólo deterioraba y dificultaba su control sobre sus impulsos, por lo que sólo se le debería aplicar como atenuante analógica.

El Tribunal Supremo también ha desestimado el recurso del Abogado del Estado, quien pedía que se anulase la condena al Estado como responsable civil subsidiario en el pago de los más de 700.000 euros en indemnizaciones a los familiares de las víctimas impuestos a Antonio Peñafiel. Los magistrados consideran que el Estado debe hacerse responsable de los delitos cometidos por militares en acto de servicio, "aunque el responsable directo haya incurrido en extralimitaciones o ejercicio anormal de las tareas encomendadas".

Por otra parte, la resolución judicial también estima el recurso del teniente coronel Antonio Lázaro Gabaldón, quien sustituyó a Peñafiel en su puesto y fue herido por éste, al considerar que la prohibición de residir, aproximarse o comunicarse durante diez años con el herido o los familiares de las víctimas, debe empezar a computarse a partir de que la sentencia sea firme, y no desde que el condenado comience a disfrutar de permisos carcelarios o de libertad provisional.

La sentencia del Tribunal Militar Central de junio de 2005 considera probado que, debido a que en febrero había sido cesado como teniente coronel, el 17 de junio de 2003 Peñafiel esgrimió su pistola en el interior de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete y descerrajó dos disparos a su segundo, Isidoro Turrón, y al médico del acuartelamiento Francisco Naharro. Antes de intentar suicidarse, hirió de gravedad al entonces jefe de la comandancia, Antonio Lázaro Gabaldón.