Andratx.-Ex arquitecta del ayuntamiento dice que desaparecieron documentos de expedientes y no se fiaba de los abogados

PALMA DE MALLORCA 6 (EUROPA PRESS)

La ex arquitecta del Ayuntamiento de Andratx, Cinta Moyà, admitió hoy que en el Consistorio pasaban cosas "un poco fuera de lo normal" y que en el expediente de infracción urbanística por la construcción de la nave agrícola del ex alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, faltaban documentos que habían "desaparecido", al tiempo que señaló que no confiaba en los informes del letrado municipal, Ignacio Mir, porque no veía las "cosas claras".

Esto es lo que se desprende de la declaración que realizó hoy en calidad de testigo, en la que incurrió en numerosas contradicciones y donde manifestó no recordar muchas de las situaciones sobre las que el fiscal Anticorrupción, Joan Carrau, le interrogó.

Así, el fiscal ordenó la reproducción en la sala de varios fragmentos de conversaciones que mantuvo con la secretaria del Ayuntamiento, Ana Abarca, en la que ambas decían que los letrados municipales no eran "trigo limpio" y en la que hacían referencia, entre otros asuntos, a la forma de trabajar que había en el Consistorio y al expediente de la nave agrícola de Hidalgo, cuya tramitación fue "caótica" ya que faltaban varios documentos.

Moyà mantuvo desde el principio que no sabía que existiera una denuncia por parte de un policía local sobre la nave agrícola de Hidalgo y el fiscal le recordó que dentro del expediente de la nave, habían desaparecido los documentos relativos a la suspensión de obras, el acta del celador municipal y la denuncia previa del policía local.

"Hombre, comenté con Ana que faltaban cosas, pero yo no he visto a nadie que arrancara los documentos, que no iban grapados ni nada" sostuvo la arquitecta, quien señaló que durante su declaración en el Juzgado no le pareció "importante" comentarle al juez que faltaban estos documentos. "No se me ocurrió" dijo.

"No trasladé las opiniones ni las sospechas de que el expediente estaba alterado. El día del juicio lo pensé, pero no lo sabía, no recuerdo tampoco muchas mas anomalías. Tampoco es que supiera que faltaban hojas" señaló Moyà.

Asimismo, la arquitecta reconoció que el plazo de alegaciones del expediente sancionador había vencido y sin embargo se admitieron. "Las cosas se hacían un poco como iban saliendo" recalcó, señalando que finalmente las alegaciones presentadas se estimaron.

LOS ABOGADOS

Durante el interrogatorio, se reprodujeron cintas que contenían conversaciones en las que Moyà aseguraba que los letrados del Ayuntamiento, Ignacio Mir --imputado-- y Jacobo Rodríguez no eran "trigo limpio" y hacían "mangarrufas", algo que la testigo no pudo explicar, ya que según dijo en la declaración, "simplemente fue un comentario".

"Yo pensaba que no eran de fiar en la forma en la que tramitaban. Es una opinión mía en cuanto a su forma de trabajar. Llevan muchos años, sabiendo mucho porque conocen todo" mantuvo Moyà, quien señaló que ella prefería confiar los expedientes a un abogado que llevaba mucho menos tiempo en el Ayuntamiento "porque era más imparcial".

Sobre la relación que mantenían Hidalgo y Mir, Moyà declaró que no sabía si era una buena relación, pero admitió que los veía acudir al despacho y reunirse, contradiciendo la declaración del letrado municipal, quien aseguró ayer que no tenía relación con Hidalgo porque habían chocado en varias ocasiones.

BENEFICIAR AL ALCALDE

Asimismo, Moyà admitió la posibilidad de que lo "caótico" de la tramitación del expediente de la nave de Hidalgo se hizo de esa manera para beneficiar al ex alcalde, al tiempo que negó cualquier tipo de presión por parte del ex primer edil y del ex director general de Ordenación del Territorio, Jaume Massot, sobre el trabajo que ella realizó.

En relación Massot, Moyà sostuvo que desde el Consistorio se llamaba al ex jefe de Urbanismo para consultarle sus opiniones sobre diversos aspectos urbanísticos y acerca de las tramitaciones de los expediente, ya que a su juicio, "es una de las personas que más sabe de ese tema", por lo que corroboró que, a pesar de no ostentar en aquella época ningún cargo en el Ayuntamiento, se consultaban todos los aspectos relativos a este área.

Durante la declaración, yante las contradicciones y titubeos que mostró la testigo, el presidente de la sala, Juan Catany, tuvo que recordar a la testigo que estaba bajo juramento.