Arzalluz cree que el Gobierno debería hablar con ETA porque "no se deja de hablar ni en la guerra"

Actualizado: miércoles, 17 diciembre 2008 15:53

Dice que ETA "no es una organización sedienta de sangre", sino que tiene "objetivos políticos", y no abandonará "por un caramelo"

BILBAO, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del EBB del PNV, Xabier Arzalluz, se mostró hoy convencido de que el Gobierno mantiene contactos con ETA, y precisó, que, si no es así, "lo debería hacer" porque "no se deja de hablar ni en la guerra". Además, afirmó que la banda armada "no es una organización sedienta de sangre", sino que "tiene unos objetivos políticos" y que no dejará de hacer "algo para lo que ha nacido por un caramelo", afirmó.

En una entrevista concedida a TeleBilbao, recogida por Europa Press, Arzalluz dijo que "no hay que creer ni una palabra de las que dice" el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, porque le conoce "bien".

Tras asegurar que él habló con la organización terrorista "todas las veces" que pudo, afirmó que lo volvería a hacer ahora y dijo que no entiende ni acepta "que alguien prohíba hablar con ese mundo".

"No se deja de hablar ni en la guerra", señaló.

Por ello, se mostró convencido de que el Gobierno "sigue manteniendo contactos con ETA", que "es lo que debería hacer". En este sentido, afirmó que ETA "no dejará de hacer algo para lo que ha nacido por un caramelo", como, a su juicio, pretende Rubalcaba.

En cuanto al presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, afirmó que "es un hombre con mucha cara", en alusión a su afirmación sobre que, en cuatro años, "con un gobierno socialista en Euskadi, ETA desaparecería".

En este sentido, recordó que negoció con la banda armada y "seguramente mantiene contactos con ellos todavía". Además, le pidió que "le cuente algo más para convencerle de que Patxi López pondrá fin a una situación que dura 40 años".

ASESINATO DE INAXIO URIA

Xabier Arzalluz, guipuzcoano de nacimiento, reconoció que el último atentado de ETA cometido contra el empresario vasco, Inazio Uria, en la localidad de Azpeitia le dolió "un poco más" que otros porque fue "contra una persona cercana, de su Valle", y conocía personalmente al asesinado y a su familia.

El ex líder jeltzale enmarcó el crimen del industrial vasco en "un intento desesperado de ETA de responder a los suyos propios que le urgen a actuar" contra una infraestructura "contra la que ya se han posicionado", como es el Tren de Alta Velocidad (TAV).