La asociación 'Memòria de Mallorca' insta al Ayuntamiento de Palma a eliminar los restos de "lo peor del franquismo"

Actualizado: viernes, 5 junio 2009 16:12

PALMA DE MALLORCA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

La asociación 'Memòria de Mallorca' exigió hoy al Ayuntamiento de Palma cumplir "íntegramente" la Ley de la Memoria Histórica en relación a la eliminación de los restos de la simbología franquista de la capital, al tiempo que incidió en la necesidad de eliminar los monolitos de Sa Feixina y de 'Los Jinetes de Alcalá', entre otros "recuerdos", al entender que se trata de aspectos implicados con "lo peor del franquismo y del nazismo".

Así lo detalló la Asociación en un comunicado, en el que incidió en que por parte del Consistorio hay una "ausencia continuada de respuesta", al tiempo que señaló que los responsables municipales "dedican horas y más horas a buscar excusas para no tener que eliminar el Monolito dedicado a los golpistas", así como que "no encuentran un sólo momento para recordar y honorar, como se merecen, a las víctimas de los golpistas que continúan triunfante en Palma".

En este sentido, recordó que desde hace más de un año, y de acuerdo con las orientaciones de responsables políticos del consistorio palmesano, la Asociación proyectó un espacio de "recuerdo y homenaje" a todas aquellas personas que fueron "asesinadas" dentro de la ciudad o "contra la pared del cementerio municipal". Asimismo, aseguró que desde ese momento "no hemos recibido otra respuesta que silencios".

Por último, hizo especial hincapié en reconocer la "pasividad" de los responsables municipales, al tiempo que opinó que los ayuntamientos tienen la obligación de "defender y difundir los valores democráticos, como única herramienta de convivencia pacífica entre los ciudadanos". De esta manera, destacó que estos son los "únicos valores que se deben honorar en los espacios públicos, y no los servidores de una dictadura asesina".

Así, remarcó que en los años 70 y 80, años en los que se eliminaron muchos de estos monumentos, no existía ninguna Ley de la Memoria Histórica que obligara a su retirada, sino "mucha voluntad e interés" por parte de los ayuntamientos democráticos.