Atentado.-Mar Blanco lamenta la imagen de un pueblo que sigue su vida "como si un coche hubiera atropellado a un animal"

Actualizado: jueves, 4 diciembre 2008 21:13

Otros familiares de víctimas denuncian la falta de criterio moral y de entendimiento del drama

MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

María del Mar Blanco lamentó hoy, tras condenar y mostrar su solidaridad por el atentado que costó la vida a Ignacio Uría en Azpeitia, la "imagen de un pueblo que sigue su vida como si un coche hubiera atropellado a un animal". Esa es la idea que afirmó sugerirle el hecho de que anoche sólo diez personas se concentrarán para condenar el atentado en el pueblo natal del fallecido, minutos antes de comenzar la II Mesa Redonda del Terrorismo en la Universidad San Pablo CEU

"Me parece indignante que después de 40 años de terrorismo los familiares de las victimas tengamos que padecer estas situaciones de soledad y aislamiento por parte de la sociedad", expresó en declaraciones hechas a Europa Press. "No me lo esperaba, porque creo que si en algo se ha avanzado desde hace unos años, supongo que después del secuestro y del asesinato de mi hermano, es en que una parte de la sociedad vasca, no toda, sí que había tomado una concienciación".

Se refirió también a la fotografía en la que aparecían los compañeros de partida de Ignacio Uría horas después del asesinato, ya con un sustituto, continuando la partida. "Por parte de los amigos, me parece que muy poco amigos eran de Ignacio Uría, cuando después de sufrir un atentado, y con decir que era muy majo y que él no pensaba... Pues que con eso tienen todo hecho", aseveró.

"Yo creí que habíamos superado esa fase en la que el culpable no era el terrorista sino la víctima, pero este nuevo atentado me ha demostrado que no, que todavía hay una parte enfermiza de la sociedad vasca que se niega a condenar los atentados y a ver la inocencia pura y dura de la víctima del terrorismo", que a su juicio "sigue sin culpar al asesino", enfatizó.

Por su parte, otra de las ponentes del seminario, Cristina Cuesta, se refirió también a los compañeros de partida de Uría y atribuyó a una "falta de criterio moral" y a una carencia " de cercanía y del entendimiento del drama" que siguieran jugando a las cartas tras el asesinato del empresario. "Es una forma de acostumbramiento, algo que se ha inyectado inconscientemente porque la sociedad vasca lleva sufriendo el terrorismo 50 años", argumentó.

Una respuesta que la portavoz del Colectivo de Víctimas del Terrorismo enlaza a los mensajes de unos dirigentes que "no tienen una estrategia, ni un diagnostico para acabar con el terrorismo", y que a diario "propician mensajes de neutralidad, de entendimiento, incluso para un fin dialogado y negociado". Además, criticó la "tesis del PNV" y de "un Lehendakari más preocupado por sus propuestas soberanistas o su apuesta independentista", que postula "vivir como si ETA no existiera".

EL PRIMO DE ZUMOSOL

Según Cuesta "el primo de Zumosol, que manda porque es el más bestia. Todo el mundo se preocupa, por medio o por prevención, de enfrentarse a ETA, de mostrar dignidad, porque te juegas la vida, hay que entenderlo", aseguró. "No creo que la sociedad vasca sea más cobarde que la media de los ciudadanos, que los ciudadanos de Murcia. Lo que pasa es que hay una anomalía, siquiátrica incluso, después de tantos años de terrorismo", añadió.

En la misma línea se mostró el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo(AVT), Juan Antonio García Casquero, al referirse a los episodios acontecidos ayer. "Diríamos que la sociedad vasca esta adormilada después de tantos años y que parece ser que no le importa absolutamente nada que se cometa un asesinato", dijo.

En opinión de García Casquero esto lleva a preguntarse si la sociedad está enferma, si no importa lo que está pasando o si es el miedo lo que les "atenaza" tanto que no puedes ver lo que ocurre alrededor. "Si fuese miedo me imagino que se hubiesen ido a casa, pero el hecho de que se quedasen siguiendo la partida, me indica que no les importa que hayan asesinado a una persona con la que han compartido muchas tardes", sugirió.