PAMPLONA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de un millar de pamploneses salieron a la calle esta tarde para condenar en silencio el atentado perpetrado ayer por ETA contra dos guardias civiles en el sur de Francia.
Lo hicieron repartidos en dos concentraciones, una promovida por Gesto por la Paz en la Plaza del Ayuntamiento y otra, por el colectivo Libertad Ya, en la Plaza del Vínculo, ésta con presencia de miembros del Gobierno foral, entre ellos el presidente Sanz, quien volvió a reclamar la unidad de los partidos frente al terrorismo y la ilegalización de ANV.
Ambas comenzaron a las 20 horas. Más de 300 personas secundaron la convocatoria que desde 1986 realiza Gesto por la Paz cuando ETA comete un atentado con víctimas mortales. La pancarta, en la que leía "Estamos por la Paz. Pakearen alde", suscrita por "Gesto por la Paz de Euskal Herria", estaba portada entre otros por la socialista Asun Apesteguía y por José Ignacio Meijide.
El portavoz del grupo, en declaraciones a Europa Press, envió palabras de apoyo a los familiares de los guardias, a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente a la Guardia Civil, y también a las todas personas amenazadas.
"A todos aquellos que por la mañana tenemos que mirar debajo del coche, decirles que hay que seguir, que no hay que dar un paso atrás", comentó, para exigir a ETA, además, que deje "las armas". "A los que miran para otro lado y aplauden" les dijo que "son tan responsables de estos asesinatos como los que apretaron el gatillo".
Meijide se congratuló por la alta asistencia - "ha habido mucha gente", valoró- y recordó que los guardias atacados eran "dos chicos muy jóvenes, estaban desarmados haciendo su trabajo, velando por la paz de todos y los asesinos de ETA hicieron lo que saben hacer, matar".
También precisó que el grupo convocante se llama Gesto por la Paz porque "es un grupo de gente que hacemos un gesto de solidaridad que hacemos cada vez que se produce un asesinato una muerte". Entre los asistentes a los 15 minutos de silencio estaban los socialistas Juanjo Lizarbe y Lourdes Montero.
ILEGALIZAR A ANV
En la Plaza del Vínculo se congregaron, también en silencio y por espacio de 15 minutos, más de 500 personas, con una pancarta en la que se leía "Contra ETA libertad ya", sostenida por Pilar Aramburu o Salvador Ulayar (AVT), hijo de Jesús Ulayar - ex alcalde de Etxarri Aranatz asesinado por ETA en 1979- y tras ellos, el presidente del Gobierno, Miguel Sanz, los consejeros Caballero o Salanueva, y la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina. Entre los asistentes, también Juan Cruz Alli, de CDN. La concentración terminó con un aplauso y vivas espontáneos a España y a la Guardia Civil.
Aramburu destacó la importancia de la "unidad de acción" de partidos y de toda la sociedad, también de los movimientos ciudadanos "para que la ciudad entera se rebele ante esta situación, que es ya muy larga y dolorosa".
"Esto es durísimo, la sociedad está muy harta y necesitamos que la ciudadanía responda, porque parece que nunca es suficiente la voz y todo es poco para decir que ya basta, que queremos libertad", dijo, para lamentar en que una sociedad con tantos recursos para poder resolver las diferencias "hablando" exista "esta locura".
Según dijo, la unidad de los partidos no supondría renunciar a los principios. También indicó que para actuar contra "una banda de bandidos hay que actuar con la contundencia de la ley". "Ojalá que mañana y cada día estemos todos juntos", deseó.
Por su parte, al término de la concentración, Miguel Sanz volvió a reiterar lo dicho esta tarde en Milagro con motivo del Día del Partido, que ANV debe ser ilegalizada.
Destacó la "afluencia masiva" a una concentración casi "improvisada" y lo atribuyó a la "gran sensibilidad de los navarros cuando se produce un hecho de esta naturaleza". Sanz reiteró que ETA no tiene otro "camino que el abandono de las armas y la cárcel".
También se mostró "encantando" que se haya recuperado la senda de la unidad a través de la reunión del Congreso. Aseguró que no es momento de hacer reproches y destacó que hechos luctuosos como el atentado de ayer pueden ser una oportunidad para recuperar la unidad, volver al pacto libertades y recuperar la senda de la ley de partidos políticos.
