El BNG propone una política "unificada y consensuada" y el PPdeG apuesta por volver al pacto de las libertades y contra el terrorismo
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los líderes de las tres fuerzas políticas con representación en el Parlamento gallego --PPdeG, PSdeG y BNG-- apelaron hoy a la "unidad de todos" los demócratas para "rematar" a la banda terrorista ETA tras el "mensaje" de los ciudadanos en las urnas el 9-M.
Así, tras participar ante el Ayuntamiento de Santiago en la concentración en la que se guardaron cinco minutos de silencio en repulsa por el asesinato del ex edil Isaías Carrasco y en solidaridad con la familia, el presidente de la Xunta y secretario xeral del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, resaltó que "ayer la ciudadanía dio una gran lección democrática participando, movilizando y respondiendo contundentemente a ETA, apoyando la democracia con sus votos y decidiendo".
"Debemos de proseguir y encaminar un futuro de unidad, de acuerdo y decisión unánime para ser capaces, entre todos, de rematar a una ETA que sabe que nunca va a doblegar a la libertad y nunca va a tener la victoria", subrayó Touriño, al tiempo que trasladó su agradecimiento a los ciudadanos y se comprometió a trabajar para "dar una cumplida respuesta a la banda terrorista".
POLÍTICA UNIFICADA.
En esta línea, el vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, apeló a la "serenidad y firmeza" para luchar contra el terrorismo e insistió en que "ETA no sólo no tiene razón de ser y existir, sino que sobra y el objetivo de todos los demócratas es mantener la unidad para que desaparezca de nuestras vidas".
En este sentid, "en nombre del BNG", Quintana realizó un llamamiento para que "haya un compromiso por parte de todas las fuerzas políticas para que, a partir de ahora, la política antiterrorista sea fija por consenso" de todos los partidos.
"Sería un tremendo error volver a la política del pasado, pensando que unilateralmente se puede resolver", aseveró y recalcó que "la unidad no puede ser testimonial para trasladar dolor, sino real en la elaboración y plasmación práctica de políticas antiterroristas", de manera "unificada y fruto del consenso" y "no del acuerdo de unas fuerzas políticas contra otras". "Es el gran reto que tenemos por delante", sentenció.
PACTO DE LAS LIBERTADES.
Por su parte, el presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, recalcó que en las urnas "España dijo muy claramente que no quiere convivir con ningún tipo de organización fanática o totalitaria" y expresó su deseo para que en esta legislatura "se vuelva otra vez a decir a los partidos que apoyan a ETA que se equivocan de país, de siglo, de procedimientos".
"Deseo que volvamos al pacto de las libertades y contra el terrorismo; a establecer mecanismos para que seamos fieles a los resultados de las urnas", reivindicó y advirtió de que "los partidos nacionalistas que no admiten el Estado de derecho y la Constitución no tienen nada que hacer en España ni en Euskadi".
"Espero que en esta legislatura no volvamos a desunirnos con los temas terroristas porque la gente nos mandó un mensaje muy claro: ante el terrorismo no puede haber fisuras", resaltó Feijóo y puntualizó que "hay un triunfo claro de la democracia en España y un retroceso claramente de los que no creen, de los fanáticos".
"Espero que sea la legislatura para debilitar definitivamente a la banda terrorista. Vamos a ver si somos capaces entre todos de conseguirlo y abrir un nuevo espacio de entendimiento para que ETA, que está debilitada, se definitivamente una ex organización terrorista", concluyó.
Los tres líderes participaron en la concentración en Santiago junto a altos cargos de la Xunta --conselleiros, directores xerais y secretarios xerais--; la presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino; diputados de los tres partidos, incluidos los tres portavoces parlamentarios; el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que se situó entre Quintana y el coordinador executivo del Bloque, Francisco Jorquera; el secretario xeral del PPdeG, Alfonso Rueda; además de miembros de la corporación local compostelana y de la comunidad universitaria, entre otras personalidades, a las que se sumó más de medio centenar de personas que se encontraban en la Praza do Obradoiro.
