La Audiencia de Barcelona obliga a declarar a un niño víctima de abusos sexuales obviando los consejos de los psicólogos

Actualizado: martes, 6 febrero 2007 18:43

La Fiscalía pide 10 años de cárcel para un maestro de artes plásticas de Mataró por abusar del menor cuando tenía 5 años

BARCELONA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona ha obligado hoy a un niño de 8 años a explicar ante el Tribunal, protegido por una mampara, los abusos sexuales que presuntamente sufrió por parte de un profesor de artes plásticas de Mataró (Barcelona) entre mayo y junio de 2004, pese a que los psicólogos del Servicio de Atención a la Víctima aconsejaron que el menor no volviera a declarar.

El juicio contra el profesor del taller de artes plásticas Josué Y.M. se celebró hoy, después de que la vista fuese aplazada el pasado mes de octubre porque el padre del menor se negó a que su hijo compareciera y tuviera que rememorar los hechos, tal y como solicitaba el Tribunal.

El Ministerio Fiscal, que pide 10 años de prisión para el acusado, era partidario de que el niño no tuviese que declarar hoy ante el Tribunal, ya que los especialistas del Servicio de Asesoramiento Técnico y de Atención a lo Víctima (SATAV) elaboraron un informe en el que desaconsejaban su comparecencia "en atención a la existencia de perjuicios psicológicos" en el menor.

Por ello, la fiscal solicitó a la Sección Segunda que se reprodujera, a los efectos de prueba preconstituida, la grabación de la exploración judicial a la que el menor fue sometido el 23 de septiembre de 2004 y que, en caso de que el niño tuviese que comparecer, lo hiciese protegido por una mampara.

El Tribunal, finalmente, ha obligado a declarar al niño tras colocar una mampara entre él y el agresor. Se da la circunstancia de que ayer, lunes, entró en vigor la reforma de la Ley del Menor, que establece que cuando un menor víctima de un delito sexual deba declarar como testigo "se evitará por cualquier medio adecuado su confrontación visual con el agresor".

"HA PASADO MUCHO TIEMPO".

Los abusos sexuales que el pequeño V.A.F. presuntamente sufrió en el taller de artes plásticas 'El Talleret' tuvieron lugar entre mayo y junio de 2004, cuando el niño tenía cinco años y acudía al centro en compañía de su hermano.

Durante esas fechas y en diversas ocasiones, el acusado habría aprovechado los días en que el niño iba al taller para llevarlo a una habitación apartada donde se bajaba los pantalones y obligaba al pequeño a hacerle una felación.

En su declaración ante el Tribunal, el menor afirmó que no recordaba algunas cosas porque "ha pasado mucho tiempo", pero mantuvo que el "señor" que ejercía de maestro en su grupo le había llevado en alguna ocasión a una habitación a solas donde hacían "cosas que no teníamos que hacer".

Sin embargo, dado la edad que tenía en el momento de los hechos y el tiempo transcurrido, V.A.F. cayó en contradicciones al responder a la fiscal y a la defensa. Así, tras confirmar a preguntas de la acusación los abusos sexuales sufridos, negó a la defensa que hubiera visto desnudo al acusado e, incluso, las felaciones que éste le obligó a realizarle.

"NO QUIERO IR PORQUE ME HACEN HACER GUARRERÍAS".

Los padres del menor, por su parte, mantuvieron que su hijo les contó lo que sucedía en el centro de manera "espontánea" durante un paseo, cuando le preguntaron por qué no quería volver al taller en septiembre, de cara al nuevo curso escolar.

Según su madre, en un principio V.A.F. se negó a contarle a ella lo que sucedía realmente y dijo que se lo contaría sólo a su padre porque le daba vergüenza, ya que el menor no quería ir al centro porque "me hacen hacer guarrerías".

Tras conocer lo ocurrido, los padres del pequeño se mostraron muy sorprendidos, ya que no es un niño "fabulador ni mentiroso", por lo que decidieron ir directamente a la comisaría de los Mossos d'Esquadra para presentar una denuncia.

El acusado, no obstante, negó todos los hechos durante su declaración y aseguró que "jamás" estuvo a solas con el menor, ya que en el centro siempre se trabajaba en grupo y él hacía las labores de profesor acompañado de otra maestra en todo momento.

Asimismo, Josué Y.M. señaló que fueron muy pocos días los que estuvo en el centro con el menor, ya que éste y su hermano empezaron a acudir en mayo y él estuvo ausente algunas semanas porque tenía exámenes.

Tanto el acusado como la maestra que estaba con él en clase, Sara O.P., incidieron en el hecho de que en el grupo de unos ocho alumnos entre los que se encontraba V.A.F. era "muy agresivo" y aseguraron que era habitual escuchar "palabras o expresiones de contenido sexual".

En este sentido, Sara O.P. afirmó que nunca vio a Josué "desaparecer" de su lado para llevarse a ningún niño o niña a otra habitación y reiteró que los alumnos --todos mayores que V.A.F.-- estaban en una fase de descubrimiento del sexo y solían "imitar los gemidos del acto sexual y pronunciar palabras referidas a los genitales".

"EXISTEN ELEMENTOS QUE DAN CREDIBILIDAD AL RELATO".

Por su parte, los psicólogos que se encargaron de reconocer al menor tras lo ocurrido declararon ante el Tribunal que, tras explorarle, no encontraron ningún "trastorno psicopatológico" que pudiera conducir al pequeño a la fabulación.

Además, añadieron que en el relato del niño "existen elementos que aportan credibilidad" y que se corresponden con un "hecho vivido" y no con ninguna historia que el menor pudiera haber imaginado.

Los expertos señalaron que la ubicación espacial y temporal que hizo V.A.F. de los hechos, así como los cambios de actitud y las conductas "sexualizadas impropias de su edad" que presentaba el menor, son pistas que permiten afirmar que todo sucedió tal y como lo explicó.

Según los psicólogos, en la época en que ocurrieron los presuntos abusos, el menor sufrió un aumento de ansiedad y dirigía su agresividad hacia los dibujos que pintaba, hasta el punto de que los tachaba cuando los había terminado. Esta conducta se podría explicar porque pequeño explicó a sus padres que su profesor abusó de él por ser el que mejor dibujaba en clase.

Los peritos propuestos por la defensa, sin embargo, cuestionaron el relato del menor y afirmaron que es posible que pudiera describir los contactos sexuales tras verlos en televisión o en algún tipo de material pornográfico.

En el tramite de conclusiones finales, la fiscal decidió mantener su petición inicial de 10 años de prisión para Josué Y.M. por un delito de abusos sexuales a un menor, mientras que la defensa del acusado solicitó su absolución atendiendo a las contradicciones del menor en su declaración y poniendo en duda los argumentos de los psicólogos.