La Audiencia Nacional entrega a Marruecos a un presunto islamista de Al Qaeda acusado de preparar atentados

Actualizado: miércoles, 2 junio 2010 20:05

MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha acordado la entrega a Marruecos del presunto islamista Mohamed Amine Achemlal para que sea juzgado por pertenecer al Grupo Islamista Combatiente Marroquí (GICM), vinculado con Al Qaeda, y participar en la preparación de atentados en este país entre el año 2000 y agosto de 2003.

Según la petición de extradición, Amine, nacido en Kenitra (Marruecos) en 1978, es un 'muyahidin' que tras haberse entrenado con el movimiento de la 'Yihad' y combatir en Afganistán regresó a su país con la intención de "perpetrar una acción armada en Marruecos" junto con sus compañeros del GICM, grupo creado en Estambul (Turquía) a principios de 2000.

Así constaba en la declaración que el presunto islamista Salah-Eddine Benyaech realizó el 8 de agosto de 2003 tras ser detenido por las autoridades marroquíes cuando pretendía entrar en el país para hablar sobre la situación de los 'muyahidin' en Marruecos y Afganistán, entre los cuales estaba Amine.

En un auto hecho público hoy, el tribunal acuerda la extradición de Amine al considerar que corresponde a las autoridades marroquíes enjuiciar sus presuntas actividades delictivas, en virtud del principio de territorialidad, ya que los hechos imputados se produjeron en este país, y del de doble incriminación, al estar los delitos que se le imputan recogidos en el Código Penal español.

NO HAY PRUEBAS DE PERSECUCIÓN POLÍTICA

Los magistrados Ángela Murillo (presidenta y ponente), Teresa Palacios y Juan Francisco Martel rechazan todos los argumentos esgrimidos por la defensa de Amine para oponerse a la extradición, que expuso que su cliente sufre una "persecución política" por defender la democracia y oponerse al régimen marroquí y que fue objeto de "torturas" cuando fue detenido en 2001.

Sin embargo, para los jueces de la Sección Cuarta el alegato de Amine carece del "más mínimo vestigio probatorio" y no se ha podido demostrar que la artritis que padece esté provocada por ningún tipo de golpe sufrido durante su detención.

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