MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estudia hoy si otorga la libertad condicional o aplica alguna medida que suavice la actual situación penitenciaria del preso de ETA José Ignacio De Juana Chaos, tras conocer por el Hospital Doce de Octubre de Madrid, donde se encuentra ingresado, que su salud es muy precaria y existe riesgo de que pueda morir.
De Juana cumple su segunda huelga de hambre en protesta por la condena de 12 años y siete meses de prisión que le fue impuesta por la Audiencia Nacional por un delito de amenazas terroristas. Según fuentes jurídicas, en ningún caso podrá obtener el tercer grado por parte de la Administración Penitencicaria, puesto que tras recurrir su condena ante el Tribunal Supremo es aún considerado preso preventivo, y no está clasificado.
El tribunal ha dado traslado del informe médico a todas las partes, que son la Fiscalía, la defensa de De Juana y la Asociación Víctimas del Terrorismo, para que antes de este mediodía presenten un informe sobre la necesidad o no de aplicar medidas que atenúen su actual situación penitenciaria.
ABANICO DE MEDIDAS
Dichas medidas, según las mismas fuentes, pueden ir desde la puesta en libertad provisional hasta otras de prisión atenuada, como puede ser un arresto domiciliario sometido a vigilancia policial o incluso la colocación de una pulsera electrónica. Su abogado, Álvaro Reizabal, presentó ayer un escrito pidiendo su libertad por razones humanitarias, por el grave estado de salud del preso y el también delicado de su madre.
El pasado 12 de diciembre, de Juana Chaos comenzó a ser alimentado de manera forzosa por los médicos que le atienden en una unidad especializada del Hospital Doce de Octubre de Madrid.
El preso comenzó su última huelga de hambre el 7 de noviembre pasado e ingresó en el Hospital Doce de Octubre el 24 de noviembre. Había reanudado su protesta, interrumpida tras permanecer sin comer desde el 7 de agosto hasta el 9 de octubre del año pasado, tras conocer la condena por las amenazas que vertió en dos artículos en el diario 'Gara' contra el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, y cinco directores de prisiones.
Al conocer el adelanto de la sentencia, el preso solicitó por escrito a la dirección del centro penitenciario de Aranjuez ser sometido a un régimen de aislamiento y que se le impidiese recibir visitas, con el fin de evitar que se especulase con la idea de que incumple la huelga de hambre, que aseguraba que llevaría hasta sus últimas consecuencias.
No obstante, la Audiencia Nacional dio instrucciones el 16 de noviembre a Instituciones Penitenciarias para que controlase la salud del etarra, y ordenase su ingreso en un centro hospitalario en caso de que su estado así lo requiriera, como finalmente ocurrió. Ordenó también que De Juana debía estar acompañado por otro recluso en su celda para que alertase sobre un eventual empeoramiento de su situación.
Esta es la tercera ocasión en la que De Juana se somete a una huelga de hambre, ya que utilizó esta forma de protesta en los años 90, lo que le produjo daños en un riñón.
