MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Juan Antonio García Casquero, lamentó hoy que "se ha llegado a un estado demencial" cuando son las propias víctimas las que tienen que pedir la retirada de monumentos y calles dedicados a miembros de ETA, ya que, según defendió, es "algo moral" y una cuestión "de sentido común".
En declaraciones a Europa Press, Casquero celebró la retirada de la placa y el monolito que rendían homenaje desde 1982 al etarra José Aristimuño, alias 'Pana', en Hernani (Guipúzcoa), aunque insistió en que no debería haberse llegado a esta situación porque tendría que haber ninguna localidad española que homenajease a los miembros de la organización terrorista.
"Ojalá nunca se hubiese hecho un homenaje a un asesino, los ayuntamientos donde existen estos homenajes deben darse cuenta de que ese no es el camino --argumentó--. El camino es estar al lado de las personas que sufren y no de los asesinos, hacen un flaco favor a las víctimas".
Así, emplazó a imaginarse lo que sucedería si una calle recibe el nombre "de un asesino de niñas" y se preguntó "cómo reaccionaría la sociedad". "Se echaría a la calle indignada", auguró para explicar a continuación que precisamente ese es el sentimiento de las víctimas del terrorismo "cuando un pueblo hace un reconocimiento a una persona que es un asesino".
QUE NO DEPENDA DE INTERPRETACIONES JUDICIALES.
El presidente de la AVT manifestó por ello su esperanza de que la retirada de los homenajes a etarras en localidades del País Vasco y Navarra no dependa de interpretaciones judiciales porque, según enfatizó, "es una cosa moral". "No hace falta que las víctimas tuviésemos que pedirlo, eso es de recibo, es humano", subrayó.
"Cuando la cosa ya está hecha no queda más remedio que decir que esto se sale de todo sentido común, de toda lógica --insistió--. Y que tengamos las víctimas que solicitarlo es que hemos llegado a un estado demencial".
