Azcarraga reprocha a Zapatero que no tuviera "inconveniente" en dialogar con ETA y rehuya hacerlo con Ibarretxe

Actualizado: sábado, 20 octubre 2007 14:17


BARCELONA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Justicia del País Vasco, Joseba Azcarraga, denunció hoy la "hipocresía" del Gobierno español y de su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, al no haber tenido "ningún inconveniente" en dialogar con ETA y "rehuir hacerlo con un gobierno democrático y un presidente democrático", como el lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe.

En su intervención ante la militancia de ERC en la Conferencia Nacional del partido, celebrada hoy en Barcelona, Azcarraga explicó los detalles de la propuesta de Ibarretxe.

Para Azcarraga, ello demuestra que el Gobierno central tiene "más temor al nacionalismo institucional fuerte y un gobierno vasco decidido a defender los intereses de la sociedad vasca que a la propia organización ETA". Reprochó así a Zapatero que no haya tenido problema en "hablar del derecho de decisión y de la territorialidad del país" con una banda terrorista y, en cambio, no quiera hacerlo con el gobierno vasco.

"Todo ello porque saben que ETA no tiene legitimidad, pero nosotros tenemos legitimidad y la fuerza que nos da la sociedad vasca, que apoya nuestras reivindicaciones", afirmó. El consejero vasco remarcó que la consulta que propone Ibarretxe "está orientada a abrir el proceso de solución del conflicto vasco", sin decir "cómo se debe solucionar", sino que ello se decidiría en "consenso" con todos los partidos después de preguntar a los ciudadanos.

Azcarraga reconoció que el 'no' de Zapatero tras su reunión con Ibarretxe "no anima al optimismo", pero aseguró que el PNV tiene "tan clara su hoja de ruta y su objetivo" que no va a dar "ningún paso atrás y, si lo hace, será sólo para coger impulso". "No es un desafío, y si lo fuere tampoco nos importa, no es un órdago y si lo fuere tampoco nos importa, no es ninguna locura y no es ninguna ilegalidad", añadió.

"A LAS INSTITUCIONES EUROPEAS, SI ES PRECISO".

El consejero vasco defendió que EA "ha sido clave, en el seno del Gobierno vasco, a la hora de plantear esta propuesta". "Si no hubiera sido por nosotros, por EA, y también, tengo que reconocerlo, por el liderazgo del lehendakari, posiblemente hoy continuaríamos hablando del Estatuto de autonomía, y este compromiso lo vamos a afrontar hasta el final, recurriendo si fuera preciso a las instituciones europeas e internacionales", afirmó.

El dirigente nacionalista vasco se preguntó "por qué se teme tanto a conocer la opinión de los ciudadanos vascos" y dijo ver "difícil de entender que los que se dicen a sí mismos demócratas cuestionen que el derecho a decidir sea democrático". Así, aseguró que, pese al portazo de Zapatero, el PNV "seguirá con la mano tendida" al Gobierno central para poder alcanzar ese nuevo acuerdo político de relación entre España y el País Vasco, convencido de que "la clave para encarar una solución de futuro está en el reconocimiento del derecho de decisión".

"Si absurdo es poner puertas al campo, lo es también cerrar los ojos ante la existencia de pueblos que, como Catalunya y Euskadi, se reconocen y se afirman como realidades nacionales", aseveró, remarcando su "asombro" por el "miedo" que produce en el Estado "un concepto básico de la democracia como la consulta a los ciudadanos" y el derecho de autodeterminación. "El nacionalismo español está muy revuelto y muy cabreado, y eso es bueno", añadió.

Por ello, consideró que alegar la proximidad de las elecciones generales de 2008 para oponerse a la propuesta del lehendakari "es una excusa muy pobre", ya que "dar salida a los grandes temas, como es el conflicto vasco, no puede someterse al calendario electoral ni a los particulares intereses partidistas". Para Azcarraga, "si existe voluntad política" es posible un acuerdo que reformule las relaciones entre el Estado español y el País Vasco.

Recordó que la propuesta de Ibarretxe pasa por someter a referéndum vinculante ese acuerdo que debería cerrarse con el Gobierno central y que, en caso de que no se alcance un acuerdo, la consulta sería "no vinculante" para no incumplir ninguna legalidad. Aun así, reconoció que una consulta jurídicamente no vinculante, "pero valor político" supone "una confrontación con el Estado", aunque "es una confrontación democrática".