Barcelona entrega la placa 'Arraigados a la ciudad' a la pastelería Casa Vives de Sants

Actualizado: miércoles, 9 agosto 2006 17:18

BARCELONA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

La centenaria pastelería Casa Vives del barrio de Sants de Barcelona descubrió hoy la placa 'Arraigados a la ciudad', distinción que el Ayuntamiento entrega a los establecimientos comerciales que a lo largo de varias décadas han desarrollado la misma actividad y que han establecido vínculos con los vecinos.

El alcalde accidental y presidente del Instituto del Paisaje Urbano y Calidad de Vida, Jordi Portabella, entregó esta placa de homenaje a los propietarios de este establecimiento comercial, fundado en 1895 y en el que ya trabaja la cuarta generación de la familia Vives.

Los orígenes de la pastelería Casa Vives, que tiene otros establecimientos en Barcelona, Castelldefels y Andorra, se remontan a 1895, cuando Josep Vives, un panadero nacido en Collbató (Barcelona) puso la primera piedra de la panadería 'El Esmero' en la carretera del entonces pueblo de Sants.

Josep Vives y su esposa, Clara Borrell, tuvieron cuatro hijos, de los cuales tres se dedicaron al negocio, que en 1929 se convirtió en pastelería. "Inicialmente hacían 'carquinyolis' y borregos y venían vecinos de Esplugues de Llobregat y Sant Just Desvern, porque Sants era todavía un pueblo", explicó el nieto del fundador, Joan Vives.

CLIENTES "ADICTOS".

Al cabo de unos años, el establecimiento se reconvirtió y "se empezaron a vender el tradicional 'tortell' y brazo de gitano de los domingos", aseguró el actual artífice del establecimiento, que con su sobrino, autor de todas las creaciones de la pastelería, ya ha llegado a la cuarta generación de la familia.

Pese a las continuadas rehabilitaciones del local que acoge esta pastelería, ubicada en el número 74 de la carretera de Sants, la clientela "sigue siendo fiel y adicta como el primer día". "Hay clientes que me conocen de antes que yo entrara a trabajar aquí", señaló Joan Vives, mientras recibía felicitaciones de los vecinos.

Al acto de descubrimiento de la placa acudieron numerosos vecinos de Sants, entre ellos la cantante Núria Feliu, nacida y afincada en este barrio, que no se quisieron perder los bombones de chocolate de Casa Vives, una de las especialidades de la casa.

Durante su discurso, Portabella reconoció el "esfuerzo" de este establecimiento a la hora de "ayudar a vertebrar el barrio" y señaló que esta mención "es un símbolo de defensa de un modelo de ciudad, basada en el medio y pequeño comercio".

La pastelería Casa Vives de Sants es el cuarto establecimiento 'Arraigado en la ciudad' que recibe esta distinción de un total de 12, que en el Año del Comercio serán galardonados por el Instituto de Paisaje Urbano del Ayuntamiento de Barcelona.

El restaurante Pitarra, situado en la calle Avinyó, el bar Boadas, en la calle Tallers, y la Farmacia Antiga de les Corts han sido los otros tres establecimientos de Barcelona que han recibido esta misma distinción.