Barcelona mostrará por La Mercè el último reducto del Castillo de Montjuïc que tenía el Ejército

Actualizado: lunes, 29 marzo 2010 17:12

BARCELONA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Barcelona mostrará por las fiestas de La Mercè, que se celebran a finales de septiembre, las cinco hectáreas del Castillo de Montjuïc que ocupaba hasta los últimos días un batallón del Ejército que llegó en 1989, y que controlaba las transmisiones pirenaicas.

Las cinco hectáreas situadas en el sur representan casi la mitad de las 11 de la fortaleza, y por ahora se abrirán sólo por La Mercè, cuando en el castillo se ofrece circo. Además, se podrían trasladar provisionalmente los cursos sobre paz que se imparten en el edificio principal, cuyo tejado el Ayuntamiento reformará por 1,5 millones de euros.

El batallón era el último reducto para cumplir la orden ministerial del 27 de abril de 2007 de cesión del castillo a la ciudad. Pese a que ya se celebran los cursos, el Consorcio por la Paz que sustituye al Museu Militar está encallado porque la Generalitat catalana rechaza que el Gobierno esté representado por el Ministerio de Defensa.

El delegado de Presidencia del Ayuntamiento, Ignasi Cardelús, invitó hoy a la Generalitat catalana a sumarse al consorcio ahora que han cumplido uno de los compromisos del mandato 2007-11, el de dejar atrás el uso militar del castillo y "recuperarlo íntegramente para usos ciudadanos". Según él, los debates sobre la cesión son "tergiversados".

Las cinco hectáreas --tres de ellas cercadas-- incluyen los baluartes 'Llengua de Serp', 'Velasco', 'Terra' y 'Mar'. Consta de siete edificios de planta baja, otro de servicios, unos garajes y media decena de polvorines, que serán derrumbados, explicó Cardelús en una visita con periodistas.

Destacó que los barceloneses tendrán vistas inéditas del Puerto, del Delta del Llobregat --cercano al Aeropuerto de El Prat-- y del área metropolitana. La visita coincidió con el vuelo alrededor de Montjuïc de cinco aviones de época procedentes de Sabadell que celebraban el centenario del primer festival aéreo de España.

LA 'MILI' DE HEREU

El alcalde, Jordi Hereu, hizo guardia cuando prestó el servicio militar en una de las garitas con vistas al Puerto de esta parte de la fortaleza, y durmió en el edificio del cuerpo de guardia. Los primeros en usar ahora las instalaciones serán los servicios municipales de Parcs i Jardins.

"No hay ni un cartucho", dijo Cardelús en el recinto, controlado por una barrera, donde una señal aún recuerda que es una zona militar. El Ejército sólo ha dejado el sistema de seguridad y la calefacción, aunque en la cantina el olor a grasa aún impregna el ambiente.

En los últimos meses los servicios municipales ya se encargaban del mantenimiento del recinto, y el viernes el Ayuntamiento recibió decenas de llaves. La semana anterior, los militares ya hicieron su propia despedida con una barbacoa de la que fue su casa, y que tenía dormitorios de hombres y mujeres. En los mejores tiempos habían albergado a un centenar de efectivos.

Después de que ya desaparecieran las antenas militares en otoño, el Ayuntamiento tratará de juntar en un sólo emplazamiento las de servicios de emergencia, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y las de Gas Natural y transportes de la Generalitat. También repararán el pararrayos dañado por las últimas tormentas.

El Consistorio busca especialmente en la montaña de Montjuïc, según Cardelús, el emplazamiento alternativo para el circuito infantil de tráfico que situó en el foso sur del castillo, y que la Comisión de Patrimonio declaró ilegal.

También se abre la fortaleza a entidades. La Agrupació Astronòmica de Barcelona (Aster) organiza observaciones; la Fundació Ferrer i Guàrdia --sobre el pedagogo fusilado en Montjuïc tras la Setmana Tràgica-- hará un congreso en otoño, y los 'trabucaires', un encuentro en breve.