Admite que al PSOE no le "va mal" con Rajoy y señala que la lista por Madrid tendrá una nutrida representación de ministros
MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, pronosticó hoy que en la próxima legislatura habrá "menos" diputados nacionalistas en el Congreso y que su partido ganará las elecciones legislativas de marzo "con contundencia" porque afronta los comicios con una posición más favorable que la que tenía en 2004.
Blanco, que lanzó este pronóstico en los Desayunos Informativos de Europa Press, se mostró convencido de que las formaciones nacionalistas perderán apoyo electoral en la cita con las urnas de dentro de seis meses. En este contexto, recordó que estos partidos nunca han tenido tantos representantes como ahora en las Cortes, lo que atribuyó al "atizamiento" al que les sometió el Gobierno de José María Aznar.
El dirigente socialista no quiso desvelar los resultados de las encuestas preelectorales que está realizando su partido, pero sí confesó que, según los datos que maneja, el PSOE parte "con la ventaja suficiente" para ganar "con contundencia" incrementando la "clara victoria" que ya consiguió hace cuatro años.
"Nosotros estamos mejor que hace cuatro años y tenemos una diferencia considerable respecto al PP", comentó, enfatizando que el PSOE encara los comicios "con mucha ambición de futuro", mientras que los 'populares' recibirán "un portazo" de los electores, ya que no representan "una expectativa estimulante de futuro", entre otras cosas porque no ha reflexionado sobre "su derrota" de 2004 y no han cambiado ni su estrategia ni sus dirigentes.
SUPERAR AL PP EN MADRID E IGUALARLE EN VALENCIA.
Respecto a sus perspectivas electorales, Blanco explicó que el PSOE aspira a mejorar sus resultados en el País Vasco, Galicia, Cataluña y Canarias, lo que, según sus cálculos, redundaría en una pérdida de diputados nacionalistas de estas comunidades. Pero los socialistas también quieren sacar más votos en dos autonomías que son feudos tradicionales del PP: Madrid y la Comunidad Valenciana.
"Aspiramos a invertir el resultado en la Comunidad de Madrid", confesó, tras recordar que en 2004 el PP sólo sacó un diputado más que el PSOE en esta comunidad, 17 frente a 16. También señaló su deseo de igualarse con el PP en la Comunidad Valenciana, donde los 'populares' tienen tres parlamentarios más que los socialistas.
Blanco tuvo que hacer frente a varias preguntas sobre las listas electorales del PSOE, pero se negó a dar detalles alegando que el partido no diseñará sus candidaturas hasta diciembre. Por ejemplo, rehusó revelar quien concurrirá como número dos por Madrid, pero sí dejó entrever que será una mujer y que podría ser una ministra, al afirmar que el PSOE cumplirá con la paridad electoral y que una "buena parte de la lista por Madrid" estará integrada por miembros del Gobierno.
SALGADO PODRÍA ACCEDER A IR EN LAS LISTAS.
Cuando se le preguntó si será la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, la que acompañe a Zapatero en la candidatura, Blanco tampoco dio detalles, pero aprovechó para señalar a la ministra de la Presidencia como "el principal activo que tiene el Gobierno" junto al Zapatero. "Esté donde esté, De la Vega hará un papel de primera", apostilló.
Además, reiteró que únicamente dos ministros le han comunicado que no están interesados en ser candidatos: Pedro Solbes y Elena Salgado, pero la titular de Administraciones Públicas, presente en el acto, confesó desde su mesa que aún puede "cambiar de opinión", comentario ante el que Blanco no ocultó su alegría.
El dirigente socialista habló también de la "satisfacción" que le produciría a la dirección del PSOE que el ex ministro José Bono aceptase encabezar la lista por Toledo, pero dejó claro que con esta oferta el partido no busca dar un tinte más "españolista" a sus candidaturas, sino ganar votos, habida cuenta de que Bono además de aportar "prestigio", "talla política y calidad humana", puede arrancar apoyos entre votantes del PP.
EL PP YA PERDIÓ CON RATO DE NÚMERO DOS.
A Blanco se le preguntó, asimismo, si tendría que haber dimisiones en el PP si el PSOE gana en marzo, pero él rechazó decirle a los 'populares' lo que tienen que hacer. Eso sí, tras bromear con que Rodrigo Rato es "el más deseado" en el PP para ir de 'número dos' por Madrid, recordó que en 2004 el PP ya perdió con el ex director del FMI en ese puesto.
En este contexto, admitió que al PSOE "honestamente", no le "va mal" con Rajoy al frente del PP, porque es el líder de la oposición peor valorado por los electores. "Si tiene una popularidad y aceptabilidad escasa, no llego a entender que los ciudadanos puedan tener un ataque de esquizofrenia y que luego vayan a votarle", apuntó.
En relación con el programa electoral, Blanco no quiso hacer anuncios, pero sí avanzó que "lo razonable" es que vuelvan a incluir las reformas puntuales de la Constitución que ya recogieron en 2004. No obstante, insistió en que éstas no se harán si no hay consenso y también mostró su deseo de que, después de los comicios, se puedan acometer las renovaciones pertinentes en el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, así como de que "se pueda restablecer el consenso" en la lucha antiterrorista.
EN CONTRA DE LAS LISTAS ABIERTAS.
En otro momento de su intervención, el dirigente socialista afirmó que él no es partidario de reformar la Ley Electoral para que los diputados puedan elegirse mediante listas abiertas, porque implicaría introducir cambios en las circunscripciones y, en las más grandes, los candidatos no conocidos tendrían que "estar sujetos a los "poderes fácticos" para financiarse las campañas y darse a conocer.
A su juicio, las listas abiertas generarían una "gran inestabilidad" como se ha demostrado en Italia, que tiene este sistema y está pensando en reformarlo. A esto añadió que, habitualmente, como ocurre en el Senado, los electores eligen a los primeros de la lista sólo porque se diseñan por orden alfabético.
Tras la elogiosa exposición de la gestión del Gobierno que realizó en su intervención inicial, a Blanco se le pidió que hiciera algo de "autocrítica", pero él sólo admitió que su partido había pecado de "ingenuidad" al pensar que el líder del PP, Mariano Rajoy, "tenía sentido de Estado".
Así, descalificó la "hoja de ruta" que ha llevado el PP en la oposición, inspirada a su juicio por Aznar y subrayó que todas las catástrofes que pronosticó el PP se han demostrado falsas. "Si hubiera sido cierto el diez por ciento de todos los males que ha proclamado Rajoy, esta legislatura habría sido un auténtico apocalipsis de España", indicó, argumentando que el "principal enemigo político" del líder del PP no es el PSOE sino "la realidad de España con la que ha chocado una y otra vez en todas sus profecías".
Por último, Blanco expresó su deseo de que, una vez que "le han levantado la dieta que no le permitía hacer debates electorales", Rajoy pueda por fin "cómo se propone afrontar los problemas de España.
