CANARIAS.-Absuelto el empresario Canales de la acusación por amenazas realizada por las ediles de Mogán

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 13 febrero 2007 19:33

MOGÁN (GRAN CANARIA), 13 (EP/IP)

El empresario Juan Álvaro Canales no amenazó a las dos concejalas que destaparon con sus denuncias el caso de corrupción que ahora investiga la justicia en el municipio Mogán, Carmen Delia Melián e Isabel Santiago. Así lo ha establecido el Juzgado de primera Instancia e Instrucción número tres de San Bartolomé de Tirajana, cuya titular ha absuelto a Canales de los hechos que se le imputan.

Se trata de una falta por amenazas castigada por el código penal, que Melián y Muñoz denunciaron el pasado 26 de enero de 2007, apenas unos días después de que se produjeran las primeras detenciones e imputaciones a varios miembros del gobierno local, entre ellos el regidor y su primera teniente de alcalde, Francisco González y Onalia Bueno, respectivamente.

En ese contexto se produjo la denuncia interpuesta por las dos concejalas contra el empresario, que finalmente también ha resultado acusado por el juez en el marco de la investigación iniciada. "Si resultaba implicado en el caso Góndola se iban a enterar", declararon las ediles ante la magistrada como prueba de las amenazas, una frase de la que se enteraron por una tercera persona y que según ellas fue proferida por Álvaro Canales.

Sin embargo, la persona que hizo llegar la información a las denunciantes no avaló en el juicio lo que ellas expusieron, al negar que fuera esa la afirmación pronunciada por el empresario y, además, rechazar que el comentario realizado sobre la operación Góndola fuera dirigido a Melián y Santiago.

El fallo también señala que no se ha desvirtuado la presunción de inocencia de Canales porque no se han practicado pruebas suficientes que acrediten los hechos. Sin embargo, el empresario, que posee una inmobiliaria en Arguineguín entre otros establecimientos, aseguró ayer que la acusación realizada contra él ha causado una alarma social que ha repercutido negativamente en su persona y sus negocios, hasta el punto de que importantes empresas noruegas han cancelado contratos importantes con su inmobiliaria.

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