BARCELONA 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Todas las cárceles catalanas tendrán en pocos meses una nueva herramienta para evaluar mejor el riesgo de reincidencia violenta de todos los presos, aunque no tengan antecedentes violentos. Con ello, se intentará mejorar el tratamiento a los reclusos.
La consellera de Justicia, Montserrat Tura, y la subdirectora general de Programas de Rehabilitación y Sanidad, Paula Montero, explicaron que el nuevo método, e-Riscanvi (e-Riesgocambio), utilizará 43 ítems para establecer una escala que establecerá si el preso tiene riesgo alto, medio o bajo de tener conductas violentas.
Estas conductas se dividen en cuatro tipos: autodirigida (suicidio o autolesiones), intrainstitucional (contra internos o personal penitenciario), quebrantamiento de condena (escapar o no regresar de un permiso) y reincidencia en delitos violentos.
Esta nueva herramienta es consecuencia de las conclusiones a las que llegó la Comisión de Estudio de la Reincidencia en Delitos Graves, conocida como Comisión Mena, impulsada por la Conselleria y la Fiscalía Superior de Cataluña y que recomendaba establecer un procedimiento técnico de valoración del riesgo.
Con este procedimiento, la fiabilidad de las previsiones sobre reincidencia pasan del 67%, cuando se fijan únicamente bajo criterios clínicos humanos, al 75%, con la ayuda de herramientas informáticas que utilizan algoritmos para combinar todas las variables estáticas y dinámicas que se tienen en cuenta.
Precisamente por esto, Tura recordó a la ciudadanía que no existe el riesgo 0, y que lo útil de este programa será que se mejorará el tratamiento de los internos.
El sistema se ha elaborado y probado durante 16 meses en 675 presos aleatorios y se ha comparado con los datos obtenidos con otros 225 a los que no se les ha aplicado la herramienta.
El sistema se ha inspirado en el 'Oasys' utilizado desde principios de los años 90 en la Gran Bretaña, aunque el catalán es más completo. También se han estudiado otros sistemas penitenciarios, como el canadiense.
La aplicación del sistema se hará en varias fases. Desde abril y hasta junio, un total de 134 profesionales, entre mandos intermedios, equipos de violencia de todos los centros, y dos equipos especializados de la Modelo, se formaron para empezar a aplicarlo.
Entre septiembre y diciembre se formarán otros 200 profesionales entre mandos intermedios y funcionarios de rehabilitación de las cárceles de Lledoners (Barcelona), Jóvenes, Lleida, Tarragona y los centros abiertos de Lleida y Barcelona. Por último, durante el primer semestre de 2010, se acabarán de formar el resto de 380 profesionales.
Se empezará evaluando a todos los presos que ingresen en la cárcel, después a los que se clasifican en un módulo concreto y finalmente al resto, en un proceso que puede durar varios meses. Hasta el momento ya se ha evaluado a diez presos con este método.
Los reclusos serán evaluados como mínimo cada seis meses, lo que hará que la calificación del riesgo sea dinámica y se adapte a las circunstancias de cada momento, aunque algunas como la edad, el género, el número de víctimas o el uso de la violencia, serán permanentes.
Tura se mostró "orgullosa" de los sistemas de prevención de los servicios penitenciarios catalanes, que fijó como de los más "avanzados" de Europa, por delante de los españoles. Como ejemplo de ello, cuando el sistema esté totalmente implantado se podría llegar a crear "itinerarios" trimestrales para cada preso, adaptando así los mecanismos de tratamiento en función del perfil del recluso.