La Memoria relativa a 2008 refleja que por primera vez se resuelven más asuntos que los que entran y que se dictaron 13.353 resoluciones
MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, lamentó hoy que aún no se haya producido la renovación de este órgano cuando ya hace más de dos años que tanto ella como otros cuatro magistrados concluyeron su mandato, y recordó que "renovar en plazo es cumplir la Constitución".
Casas también ha incluido esta opinión en la Memoria del Tribunal Constitucional que presentó hoy en rueda de prensa, y en cuya introducción apela, en clara alusión a los partidos políticos, "a la responsabilidad y sentido de Estado de quienes tienen en su mano asegurar la regularidad en los tiempos de la vida de esta institución".
El Senado tiene pendiente a cuatro magistrados del alto tribunal, que son su presidenta, el vicepresidente Guillermo Jiménez y los magistrados Vicente Conde y Jorque Rodríguez Zapata, mientras que el Congreso debe designar al sustituto de Roberto García-Calvo, fallecido de forma repentina en mayo del pasado año. Ambos procesos se encuentran paralizados ante la falta de acuerdo del PSOE y el PP para consensuar los nombramientos.
Sobre los magistrados que han prorrogado su labor en este órgano, Casas señaló que cumplen con su trabajo "y no hay presión en eso ni en nada". "Aplicar la Constitución es algo tan digno que a los magistrados y a mí misma nos ayuda a cumplir nuestra función", dijo.
Durante la rueda de prensa ofrecida hoy, Casas rindió "tributo" a la labor de García-Calvo en el Constitucional y señaló que su desaparición, que describió como "brusca", "fue muy dolorosa" y obligó a los integrantes del Tribunal a unir ese dolor a su esfuerzo de trabajo.
MEMORIA.
En cuanto al contenido de la Memoria, Casas resumió el 2008 como un año "de trabajo muy intenso" en los distintos ámbitos que componen la jurisdicción del Constitucional y resaltó el número total de resoluciones dictadas -13.353-, el mayor nunca alcanzado, superior a las 12.077 de 2007, lo que ha permitido que por primera vez se resuelvan un mayor número de asuntos de los que entran en el órgano. A finales del pasado año existían 498 procesos pendientes de resolución.
Por otra parte, disminuyó el número de sentencias -187 frente a las 265 de 2007) y también el de autos dictados, -398 frente a 471-, un desequilibrio que no sólo encuentra explicación en el notable incremento en el número de inadmisiones (por aplicación de los requisitos de la nueva Ley Orgánica del Tribunal Constitucional), "sino también en el proceso de deliberación de los recursos de inconstitucionalidad pendiente sobre las reformas de los Estatutos de Autonomía", en concreto del Estatut de Cataluña.
"El ritmo de trabajo de los tres últimos años ha sido muy superior al de los anteriores", reconoció Casas, que apuntó que el tiempo medio de resolución de un recurso de amparo es de dos años y medio.
En cuanto al futuro, señaló que le gustaría que tanto la sociedad como la clase política reconociera la labor del Tribunal Constitucional al modo en que lo ha hecho la sociedad alemana con motivo del 60 aniversario de la Constitución de dicho país.
"La lealtad a la constitución también es la lealtad al órgano que controla la constitucionalidad de la Ley. Entenderlo así es propio de una sociedad madura", concluyó.
