BARCELONA 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El dueño de la inmobiliaria Núñez y Navarro (NyN), Josep Lluís Núñez Clemente, admitió hoy que pese a dejar parte de sus funciones cuando fue elegido presidente del FC Barcelona, siguió tomando "decisiones importantes", aunque nunca sobre cuestiones fiscales.
En la quinta semana del juicio por el 'caso Hacienda', que investiga a empresarios que sobornaron y a inspectores sobornados para ahorrarse impuestos, Núñez aseguró desconocer a los inspectores que supuestamente compró y explicó que quien tomaba las decisiones tributarias era el jefe del departamento de gestión de impuestos, Salvador Sánchez Guiu, también acusado.
Esta mañana también declaró el hijo de Núñez Clemente, Josep Lluís Núñez Navarro, quien dijo que no recordaba que Guiu le hubiera comentado ninguna incidencia en las actas levantadas por los inspectores de Hacienda.
En un breve pero disperso interrogatorio, Núñez Clemente explicó que él y su familia, incluso comiendo en el domicilio conyugal, sólo tomaban las decisiones siguiendo criterios empresariales, no de pago de impuestos, cuestión que dejaban a asesores fiscales y auditores externos, además de a Guiu.
Padre e hijo afrontan penas de hasta ocho años y dos meses de prisión por cohecho y falsedad documental, ya que, según la Fiscalía, ofrecieron "ventajas económicas" a los inspectores Manuel Abella y Roger Bergua a cambio del "torcido ejercicio de sus potestades", lo que habría permitido a NyN ahorrarse 13,2 millones de euros en impuestos.
Así, los Núñez presuntamente favorecieron a Abella y Bergua en la compra de pisos y plazas de aparcamiento en Barcelona, aunque ambos lo negaron en sus respectivos interrogatorios en la Audiencia.
El ex presidente del Barça también aseguró que no conocía ni a Bergua ni a Abella, y que no "bajaba al nivel" de conocer las múltiples inspecciones fiscales, solamente cuando había una sentencia contraria a sus intereses.
También expuso que el hecho de que Abella y Bergua tuvieran pisos de su grupo inmobiliario no significa nada, ya que la propia Agencia Tributaria tenía dos edificios vinculados a su grupo y tres de los inspectores que realizaron el registro judicial de la sede de NyN también lo habían hecho. En ese punto, la magistrada le llamó la atención, advirtiéndole que no podía insinuar nada o acusar de algo que no se está juzgando.
Núñez se emocionó ante la reprimenda de la magistrada, igual que cuando aseguró que su grupo "no ha querido nunca disolver ninguna sociedad" que hubiera adquirido.
El empresario intentó justificar las múltiples operaciones cruzadas entre empresas del mismo grupo por motivos "empresariales" para "equilibrar balances". Además, explicó que su grupo ha sufrido numerosas inspecciones de muchos inspectores que no hallaron irregularidades. También dijo que había pedido informes sobre las inspecciones de Abella sobre otras empresas para comparar su actuación.
De hecho, también aseguró que "hoy en día, Hacienda no está aplicando la ley, con todos los respetos". Mañana continuará el juicio con el interrogatorio de Sánchez Guiu.