MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha admitido este miércoles que le gustaría seguir siendo ministro en la próxima legislatura y, ante la inminencia de las elecciones, ha recurrido a la crisis de Grecia para avisar de que los populistas "no son capaces de hacer" lo que prometen a los ciudadanos.
En una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press, Catalá ha negado que ese se un discurso de "el PP o el caos", o que acuse a todos los demás partidos de no saber gestionar, pero acto seguido ha aludido a Grecia para decir que el país empezaba a recuperarse cuando llegó al Gobierno la izquierda radical de SYRIZA, que le ha puesto "en una situación dificilísima".
Además, ha opinado que Podemos y las candidaturas ciudadanas que impulsó este partido ya están dando muestras de "inconsistencia e incoherencia" en lugares donde están gobernando y ha puesto como ejemplo la página web 'Versión Original' del Ayuntamiento de Madrid, sobre la cual en la última semana se han dado "cinco o seis versiones distintas".
Catalá ha confiado en que el PP obtenga un buen resultado en las generales y ha admitido que, si necesita apoyos para conseguir una mayoría suficiente los buscará, como en 1996, "en el entorno sociológico cercano", es decir, en Ciudadanos o "en otros como en el pasado", ha dicho, recordando que el PP ha pactado en ocasiones con el PNV, con CiU, con CC, con UPN o con Foro.
"Lo que no pasará es que el PP se arrime a partidos con los que no comparte el modelo por el simple hecho de ostentar el poder", ha añadido.
NO ESPECIALMENTE PREOCUPADO POR BÁRCENAS
Por otro lado, ha opinado que su partido no tiene por qué estar "especialmente preocupado" por su extesorero Luis Bárcenas porque ya ha entregado al juez toda la información que tenía. A su modo de ver, Bárcenas se enfrenta ahora a sus "problemas personales" que tendrá que resolver en el juicio.
El ministro ha enmarcado en una "expresión coloquial" las palabras del dirigente 'popular' Javier Maroto, que dijo que Bárcenas le daba "asco" y ha optado por calificar de "despreciable" su comportamiento, puesto que parece "indiciariamente" que generó "ingresos indebidos" y con "origen fraudulento".
No obstante, ha puntualizado que hasta la fecha no se ha probado que ningún empresario diese dinero a Bárcenas, "ni a cambio de algo ni a cambio de nada".