Condenado a cinco años y medio un joven que apuñaló a su jefe en un mercante durante una travesía

ALMERÍA 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cinco años y medio de prisión a un joven ruso, M.V., quien apuñalo a un superior durante una travesía por alta mar en el buque mercante 'Irtysh I' después de que la víctima, A.G., le obligase a realizar una guardia porque él estaba borracho.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, considera a M.V., de 25 años, autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y le presume, además, la intención "eventual" de matar en el momento en que asestó la cuchillada, un extremo que el condenado negó ante el juez de instrucción, al que aseguró que sólo quería asustar a su compañero de tripulación.

El magistrado Benito Gálvez tuvo en cuenta, no obstante, al dictar su fallo las circunstancias en la que se produjo apuñalamiento; "un buque mercante en alta mar, en el que llevaban meses navegando; manteniendo ambos difíciles relaciones y llegando a reconocer la víctima que abofeteó y obligó al procesado a hacerle una guardia", por lo que rebajó un grado la pena fijada en el escrito de calificación del fiscal, quien pedía siete años y medio de prisión.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 15 de octubre de 2005. La sentencia considera probado que M.V., quien ostentaba el cargo de segundo mecánico en el barco, se dirigió al camarote de su compañero armado con un cuchillo de cocina --que no fue encontrado-- y, aprovechando que éste dormía, le infringió una puñalada en el abdomen que le causó herida penetrante con perforación de intestino delgado y hemoperitoneo.

La intensidad con la que el joven asestó el golpe y la zona elegida provocaron, tal y como declararon los forenses durante la vista oral, que A.G. requiriera tratamiento médico quirúrgico de carácter urgente que, "de no haberle sido dispensado --continúa el fallo-- habría derivado en irritación peritoneal con peritonitis y shock séptico con peligro inminente para la vida".

El magistrado valoró, asimismo, como prueba de cargo la declaración durante la fase de instrucción del condenado si bien éste se retractó durante el juicio alegando que había sido obligado a mentir por el capitán del buque mercante, argumento utilizado por la defensa para solicitar la libre absolución.

Por su parte la víctima declaró en la prueba testifical que la noche de los hechos no pudo identificar al agresor tras despertarse con un fuerte dolor en el abdomen y sangrando, aunque sí reconoció que esa misma noche había discutido con él y que, incluso, le había propinado una bofetada para que le sustituyera en la guardia porque estaba borracho.