Las fases de abordaje, registro, desvío o inutilización de embarcaciones se pondrán en marcha sólo si la situación lo requiere
MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso ha dado este miércoles luz verde, con los votos a favor de PP, PSOE, Convergéncia, Unió, UPyD, UPN y Foro, la abstención de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y PNV y el único voto en contra de Geroa Bai, a la participación de las Fuerzas Armadas en la operación de la UE contra la inmigración irregular en el Mediterráneo, bautizada EUNAVFOR MED, que podría implicar un despliegue de un máximo de 250 efectivos españoles.
Eso sí, esta participación prevé limitarse en un primer momento a la primera fase de la operación definida por la UE, es decir, los medios previstos tendrán el objetivo de detectar y hacer seguimiento de las redes de migración a través de la recopilación de información y las patrullas en alta mar.
La segunda y tercera fases pensadas por los Veintiocho, las referidas al abordaje, registro, incautación y desvío en alta mar de las embarcaciones sospechosas así como tomar "todas las medidas necesarias" contra esas embarcaciones sospechosas, incluso deshacerse de ellas o inutilizarlas --todo ello deberá tener autorización de Naciones Unidas o del Estado en el que se encuentren los barcos--, quedarán a la espera de que la evolución de la situación así lo requiera.
Por ello, y según ha explicado el ministro de Defensa, Pedro Morenés, al solicitar la autorización del Congreso, la participación española consistirá, de momento, en el despliegue de 12 efectivos repartidos entre el cuartel general de la operación, instalado en Roma, y el cuartel general de la Fuerza en un buque italiano, además de un avión de vigilancia marítima y sus unidades de apoyo, con un máximo de 50 efectivos, que tendrá su base en Sigonela (Italia).
Dependiendo de la evolución de la situación y el posible avance a las sucesivas fases de la operación, que tendrá una duración inicial de un año desde que alcance su capacidad operativa plena, la contribución española podría incrementarse con medios marítimos de apoyo, concretamente una fragata, hasta desplegar un máximo de 250 efectivos.
DEMASIADO TIEMPO REFLEXIONANDO
Para el ministro, esta misión EUNAVFOR MED es un "ejercicio de realismo y solidaridad" porque la ruta del Mediterráneo central "se ha convertido en la más transitada" para la inmigración ilegal. Así, ha recordado que sólo en 2014 unas 3.500 personas, que se sepa, se ahogaron en el mar intentando llegar a Europa y aproximadamente 1.500 en lo que va de 2015.
"No podíamos seguir impávidos ante un drama humanitario como este. Llevamos quizá demasiado tiempo reflexionando sin adoptar acciones definitivas", ha admitido Morenés, para reconocer también que la del Mediterráneo es "una crisis especialmente compleja, un síntoma de males mayores que responde a un cúmulo de circunstancias políticas y sociales al que hay que contribuir entre todos".
La misión EUNAVFOR MED ha obtenido el apoyo de buena parte de la oposición, si bien todos los grupos parlamentarios han hecho hincapié en las causas que llevan a tantos miles de personas a hacerse al mar, poniendo en grave riesgo su vida, para llegar a Europa.
Muchos portavoces han comentado los conflictos que han estallado en los últimos años en Oriente Próximo --Irak, Siria-- o en África --Sudán del Sur-- y han advertido de que la mayoría de las personas que quieren cruzar el Mediterráneo son refugiados y potenciales demandantes de asilo en Europa.
PROTEGER A LOS REFUGIADOS
El portavoz de Defensa del PSOE, Diego López Garrido, ha anunciado el voto favorable de su grupo porque comparte los objetivos de la misión, pero ha reclamado que se complemente con "acciones urgentes" dirigidas a "salvar vidas y proteger a los refugiados". "Sin esto, la misión se podría convertir en un mero bloqueo para las personas que buscan ser acogidas huyendo de conflictos", ha explicado.
Como otros portavoces, López Garrido ha recordado que hoy en día existen 60 millones de refugiados en el mundo, la mayor cifra desde la Segunda Guerra Mundial, y ha advertido de que muchos de los inmigrantes que están llegando a Europa por el Mediterráneo "no van a volver" a sus países, por lo que ha pedido "afrontar las causas de esta situación y sus efectos urgentemente".
En los mismos términos se han pronunciado los portavoces de Convergència y de Unió, Jordi Xuclà y Martí Barberà, respectivamente, quienes han reclamado una "solución política" a la situación de los refugiados. "Apoyamos esta misión. A veces la paz es armada y requiere de instrumentos de la política de Defensa, pero también de medidas complementarias", ha dicho Xuclà.
Una de las voces más críticas ha sido la de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), cuyo ponente, Álvaro Sanz, considera que la misión de la UE "no va a evitar" que las personas que huyen de sus países en conflicto dejen de hacerlo porque "no son inmigrantes irregulares, sino que en el 80 por ciento de los casos están en condiciones de pedir asilo político".
Julio Lleonart, de UPyD, ha comunicado el voto a favor de su grupo, aunque también ha criticado que la misión "no ofrece garantías" para atajar la crisis migratoria. Eso sí, ha valorado que haya "voluntad política para dar una solución no sólo civil, sino también militar, a este problema".
