Cuba.- Aznar pide rectificar la política "mezquina" de Zapatero y le acusa de dar la espalda a los disidentes

Actualizado: jueves, 12 marzo 2009 21:15

Reclama "más voces" que denuncien que "Cuba es una dictadura" y afirma que el embargo es "un error y debe terminar"

MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del Gobierno José María Aznar pidió hoy al Ejecutivo español que rectifique "cuanto antes" su "política mezquina" hacia Cuba que, en su opinión, da la espalda a los disidentes. Asimismo, reclamó "más voces" que digan que "Cuba es una dictadura", pero también defendió que el embargo estadounidense sobre la isla es "un error y debe terminar".

Así se pronunció el máximo responsable de la Fundación para el Análisis y los Estudios (FAES) durante la presentación del libro 'La última batalla de la Guerra Fría' del escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner, esta tarde en la Casa de América, en el que estuvo presente también la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el escritor disidente cubano Raúl Rivero, además del autor.

Aznar acusó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de haberle dado la vuelta a la política que España había desarrollado hacia la isla desde la Transición. "Nuestro criterio fue, hasta hace bien poco, apoyar la libertad y el cambio democrático en Cuba y hacerlo con una premisa: los disidentes debían ser tenidos en cuenta siempre". Esto significaba, dijo, "todo con los disidentes y nada sin los disidentes".

Esta política, según el ex presidente del Gobierno, "se mantuvo en España hasta que alguno decidió darle la vuelta para hacer justo lo contrario: todo sin los disidentes y nada con los disidentes. Por ello, pidió que "esta política mezquina se rectifique cuanto antes", si bien consideró que aunque esto no ocurra "la libertad acabará abriéndose paso en Cuba".

"Cuando los cubanos lo logren, y ojalá sea muy pronto, habrá a algunos a los que no les deberán absolutamente nada", opinó, advirtiendo que esto "dañará la hoja de servicios de la política exterior española", que hasta ahora se había centrado en promover la democracia en América Latina como una de sus prioridades.

Sin embargo, lamentó que "los inexplicables intereses del Gobierno español consisten en mantener amigables relaciones con cualquier régimen, con independencia de que allí exista democracia, se viva en libertad o se respeten los derechos de las personas". "Yo creo que no hay que tratar igual a un líder democrático que a un dictador, porque no son lo mismo", aseveró contundente en su intervención en la que afirmó claramente que "Cuba es una dictadura" y hacen falta "más voces" que lo digan.

EN CUBA NO HAY CAMBIOS

Por otra parte, Aznar alertó de que con el traspaso de poderes de Fidel Castro a su hermano Raúl "muchos pensaron que el cambio estaba a punto de llegar a Cuba" pero "de momento lamentablemente no es así". "En Cuba, hasta ahora, no ha cambiado nada sustancial, sólo algunas caras", añadió, en referencia a las modificaciones llevadas a cabo en el Gobierno la semana pasada y que supusieron el relevo de Carlos Lage como vicepresidente y de Felipe Pérez Roque como ministro de Exteriores.

"El cambio llegará cuando cambie el régimen, no sólo las personas", subrayó, recordando que "las purgas han sido siempre seña de identidad de todos los regímenes comunistas y nunca marcaron el inicio de ningún verdadero cambio". Pese a todo, instó a los disidentes, de los que destacó su "valentía", a que "no tengan miedo", "no pierdan la esperanza" y que "mantengan viva su ansia de libertad". "La libertad, que no les quepa ninguna duda, va a llegar", aseveró.

Según Aznar, que comenzó su intervención alabando a la "heroica disidencia interna al totalitarismo comunista" que permitió la caída del Muro, "la última batalla de la Guerra Fría se libra en Cuba, entre una dictadura comunista cubana y un oprimido pueblo cubano". "Y esta batalla queremos que la gane el pueblo cubano", aseguró el ex presidente del Gobierno.

Pero para ello, prosiguió, "es necesario que todos aquellos que desean la llegada de la libertad a Cuba trabajen para que ésta sea una realidad" puesto, que subrayó, "el final del castrismo no llegará porque sí". "El cambio puede, debe y tiene que llegar a Cuba, y llegar muy pronto" porque, en su opinión, "medio siglo de dictadura es, simplemente, una atrocidad".

EL EMBARGO ES UN "ERROR"

A juicio de Aznar, "la comunidad internacional tiene la responsabilidad de propiciar ese cambio" y ahora, con "los nuevos aires que se respiran en Washington y en la relación atlántica", "hay una buena oportunidad". En este punto, reconoció que "el denominado 'embargo' es un error, siempre lo fue y debe terminar".

No obstante, defendió que "el embargo no tiene relación alguna con la miseria y la opresión que sufren los cubanos" puesto que "las dos son cosecha del comunismo castrista". En este sentido, indicó que en un encuentro con Fidel Castro en 1998 este le confesó que necesitaba el embargo "para esta generación y la siguiente". Por ello, dijo, "el embargo es un error puesto que da un argumento falaz a quienes apoyan a este régimen despótico desde fuera".

Por último, y como en otras intervenciones sobre América Latina, Aznar hizo alusión al "riesgo del populismo" al que se enfrentan los latinoamericanos y que "se empeña en negar la raíz occidental" de esta región. En su opinión, este es un empeño "absurdo porque América Latina es parte sustancial de Occidente".

EL POPULISMO, MOTIVO PARA EMIGRAR

El populismo, prosiguió, "dinamita el avance de la democracia y la libertad y está empobreciendo los países que lo padecen, quebrando la paz social y poniendo en riesgo la estabilidad de la región". Esta es una de las razones, según Aznar, por la que "cientos de miles de inmigrantes han venido a España", porque "han visto en la democracia, la libertad y la tolerancia los valores que también quieren en sus países".

Por ello, consideró que "en España debemos recuperar el objetivo común de que los valores de la democracia y la libertad triunfen en América Latina frente al populismo y las dictaduras" y defendió que "este objetivo ha de tener continuidad sin que importe quien gobierne".

"Necesitamos recuperar una política hacia Iberoamérica verdaderamente española", reclamó Aznar, para quien "ésta es una faceta más de esa urgente recuperación del rumbo de España (...) una España que cada día vemos que tiene más ganas de recuperar el camino de la moderación, del consenso y del sentido de Estado, también en nuestra política exterior", concluyó.