La denuncia del edil de Morón (Sevilla) que recibió un rodillazo en los testículos podría derivarse al TSJA

Actualizado: jueves, 15 junio 2006 12:31

MORÓN DE LA FRONTERA (SEVILLA), 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La denuncia del concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Morón de la Frontera (Sevilla) y diputado autonómico José Francisco Montero, contra el concejal de Urbanismo, Francisco Manuel Morilla (PP), por un supuesto rodillazo en los testículos podría ser procesada directamente por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dada la condición de parlamentario del denunciante, aunque tal decisión debe ser adoptada por los juzgados de Morón.

El propio José Francisco Montero informó a Europa Press de que, hasta el momento, los juzgados de Morón de la Frontera no han citado a ninguna de las partes del caso, que se remontan a la finalización del último pleno municipal, cuando se habría producido un altercado entre el concejal de Urbanismo, el concejal del PSOE Pedro Aranda y el propio Montero, que habría recibido supuestamente un rodillazo en los testículos por parte del edil del PP.

No obstante, señaló que su condición de diputado autonómico podría motivar que la denuncia, de ser admitida a trámite, se derivase directamente al TSJA, aunque tal decisión está depositada en los juzgados de Morón de la Frontera, que no han emitido acto alguno al respecto.

LA DENUNCIA

En el texto de la denuncia, al que tuvo acceso Europa Press, Montero relataba que los hechos sucedieron sobre las 15.30 horas en la Plaza del Ayuntamiento. Al finalizar la sesión plenaria, fue abordado por Morilla, el cual le increpó por alguno de los asuntos debatidos en el pleno.

Ante la "actitud agresiva" que mostraba el edil, entre ambas personas se interpusieron sendas personas de cada grupo municipal, "con motivo de prevenir de una posible agresión". Al desplazar Morilla a las personas que intentaban calmarlo, debido a su corpulencia, y siempre según la denuncia, topó con otro concejal del PSOE, Pedro Aranda, por lo que éste recibió golpes en la cara, empujones y amenazas, sin que Aranda respondiera a la agresión.

Una vez que Morilla paró de golpearle, Montero "levanta las manos, manifestando a los presentes que miraran lo que estaba haciendo, momento que esta persona aprovechó asestándole un rodillazo en los testículos, cayendo el compareciente al suelo por el dolor producido, a la vez que lo insultaba y amenazaba", concluye el documento.