SANTANDER, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
Efectivos de la Guardia Civil pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Santander (Cantabria), detuvieron a seis personas e imputaron a otras tres por un presunto delito contra la salud pública, al detectar la pesca y posterior distribución de almejas procedentes de la Ría de Boo (Cantabria), lugar donde esta prohibida su extracción al no ser aptos los moluscos de aquel lugar para el consumo humano.
El SEPRONA tenía sospechas de que se podían estar pescando almejas en la citada Ría y que podían ser distribuidas y entrar en la cadena alimenticia, pese a la prohibición de extracción de moluscos en aquel lugar.
Esas sospechas se acrecentaron al recibir el mismo tipo de información por parte de personal de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad del Gobierno de Cantabria, según informó la Guardia Civil.
Por parte de la citada Consejería se informó que los frecuentes análisis que realizan sobre los moluscos de la Ría de Boo presentan valores elevados de de HAPs (Hidrocarburos Aromáticos), que hacen a los mismos no aptos para el consumo humano.
OPERACIÓN 'CONCHA'
Con estas informaciones, el SEPRONA de la Guardia Civil de Cantabria puso en marcha a primeros de octubre la "Operación Concha", al objeto de detectar el posible furtivismo en la citada Ría y si las almejas de aquel lugar llegaban a ser distribuidas para el consumo humano.
De las diferentes vigilancias e investigaciones sobre el lugar, se pudo verificar que acudían personas a pescar durante la noche, por lo que quedaba por esclarecer el destino final de esas almejas.
Por el seguimiento de estas personas se detectó que podrían llegar a alguna pescadería, por lo que en la mañana del pasado 16 de octubre, los componentes del SEPRONA detuvieron a la detención de E.B.R., ya que supuestamente tenía a la venta en una pescadería de la provincia almejas que la noche anterior había recogida de la Ría de Boo, interviniéndose en ese acto unos 18 kilos de almeja japonesa.
Posteriormente, el pasado 7 de noviembre se detuvo a otras tres personas, con iniciales J.L.C., J.L.P.P. y M.S.C.C.; y el día 11 se detuvo a A.L.C. y F.I., todos ellos acusados por supuesto delito contra la salud pública, por pesca y distribución de las almejas. De igual forma se imputó a otras 3 personas por supuesta venta de los moluscos.
Aunque los investigadores intervinieron en la operación unos 30 kilos de almejas, calculan que se han podido pescar en los últimos meses cerca de 1000 kilos de este molusco.
De una primera analítica recibida, realizada en un Centro Oficial de Galicia, se ha podido saber que los HAPs que arrojaban estas muestras de almejas eran casi 35 veces superiores a los valores máximos permitidos para el consumo.
Durante la investigación se comprobó que parte de lo pescado era ofrecido y vendido a domicilio, por lo que se recomienda que la compra tanto de almejas como cualquier otro moluscos se haga por los cauces reglamentados para asegurarse que han pasado los controles sanitarios correspondientes, no realizando compras a personas no cualificadas, que pueden ir ofreciendo las almejas en lugares no habilitados para su venta y sin saber la procedencia de las mismas.