Actualizado: lunes, 24 noviembre 2014 16:49

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 4 de Granada ha decretado la incomunicación de los cuatro detenidos por su presunta vinculación con el caso de los sacerdotes acusados de abusos sexuales, que pasarán a disposición judicial en un plazo máximo de 72 horas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Los detenidos, tres sacerdotes y un profesor de religión en un colegio local y amigo de los religiosos arrestados que han sido trasladados a dependencias policiales, pasarán a disposición judicial una vez que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado finalicen sus investigaciones.

La Policía Judicial ha culminado la primera fase de la investigación de este caso con la toma de declaración de más de una docena de individuos y la detención de cuatro personas que se consideran los "principales señalados" en este asunto, según han informado a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Después de estas cuatro detenciones "cabe la posibilidad de que no haya más", si bien será el titular del Juzgado de Instrucción 4 de Granada el que determine los pasos a seguir.

Antes de que trascendieran las detenciones, el subdelegado, Santiago Pérez, ha relatado a los periodistas que la Policía ha trabajado intensamente este fin de semana con la toma de declaración de testigos y de personas cercanas a los principales implicados en los supuestos abusos.

En total han declarado ante la Policía entre "diez y doce personas" y tras ello se ha pasado a la siguiente fase de la investigación con la detención de los que se consideran los "principales implicados" para su toma de declaración ante la Policía Nacional y el Juzgado competente, que ha decretado el secreto de sumario.

Hasta el momento no constan más denuncias de víctimas, al margen de la del joven de 24 años que denunció inicialmente ante la Fiscalía Superior de Andalucía haber sufrido estos abusos por parte de varios curas cuando era menor de edad.

Pese a ello, el subdelegado dice que no se pueden descartar nuevas denuncias en un futuro próximo pues "algunos testigos o posibles víctimas habrían contactado con la autoridad eclesiástica" para trasladar este extremo. Hasta el momento, esto "no consta en el ámbito policial o judicial".

Los hechos denunciados ocurrieron "hace tiempo" y algunos de los delitos que se investigan pueden estar "prescritos", por lo que "el interés máximo" de esta investigación se centra en "reunir las pruebas necesarias" en la parte de los hechos que no lo están, de forma que haya "un encausamiento".

La Policía Judicial está haciendo una labor "pormenorizada", también en lo referido al origen de las propiedades de las personas que supuestamente están implicadas en los abusos y que, según diversas informaciones, podrían pertenecer al llamado 'Clan de los Romanones', cuyos integrantes tienen un alto nivel económico y cuentan con varias casas en la provincia donde supuestamente se produjeron los abusos.

La víctima informó de este caso al Vaticano y ha llegado a recibir una llamada de apoyo del propio Papa Francisco. Tras la llamada del Papa al joven, éste formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que ordenó a la Fiscalía Provincial de Granada interponer "ipso facto" denuncia contra todos los afectados.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha confirmado este lunes las detenciones, ha evitado dar más detalles sobre la investigación o el número de denuncias presentadas en este caso por ese carácter secreto de las diligencias abiertas, aunque ha especificado que su departamento tenía conocimiento del caso desde "hace tiempo" y "no solo por los medios de comunicación". "No puedo entrar en la concreción", ha señalado.

En cuanto al impacto de un caso así para la Iglesia, el ministro se ha remitido a la opinión sobre este asunto expresada por la Conferencia Episcopal Española y ha defendido que "la máxima jerarquía de la iglesia, el Papa, ha sido quien precisamente ha sido más beligerante para que este caso saliera a la luz".

"Creo que nadie puede poner en cuestión que Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora el Papa Francisco están siendo absolutamente beligerantes para erradicar del seno de la Iglesia este tipo de comportamientos que a todos nos conmueven y a todos nos producen un daño muy grande", ha señalado.

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