El dibujante Francisco Ibáñez afirma que sus personajes han sobrevivido varias generaciones porque se mantienen al día

Actualizado: jueves, 22 febrero 2007 13:44

El creador de Mortadelo y Filemón firmará mañana en Palma ejemplares de su último cómic

PALMA DE MALLORCA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El dibujante Francisco Ibáñez, creador de los míticos personajes de cómic 'Mortadelo y Filemón', afirmó hoy que el secreto para que sus creaciones hayan sobrevivido en el mundo editorial durante varias generaciones reside en haber mantenido al día el lenguaje de las viñetas, las historietas y el aspecto de los personajes, para adaptarlos a la actualidad y a un público, que según el dibujante, ha cambiado mucho desde que empezó a publicar.

Así lo expresó hoy en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la firma de su último ejemplar sobre las aventuras de Mortadelo y Filemón titulado 'El dopaje qué coraje', que llevará a cabo mañana por la tarde de 18:00 a 20:30 horas en el departamento de librería de El Corte Inglés de la Avenidas.

En su última publicación de cómic, Ibáñez vuelve a tratar un tema de actualidad, como ya hiciera en su últimos trabajos, y ahonda en la problemática del dopaje en el mundo del deporte, en una historieta en la que los dos protagonistas tratan de buscar la fuentes de la ingestión de sustancias prohibidas a través de deportistas de toda clase, con un resultado que, según el propio autor, "no tiene nada que ver con lo que ocurre en realidad".

La edición de este libro coincide con la publicación de su primera viñeta de 'Mortadelo y Filemón' en la revista 'Pulgarcito' hace 50 años, periodo desde el cual "todo ha cambiado completamente" según afirmó el ilustrador, quien resaltó que si se compara la primera viñeta de la pareja con una actual "no los conoce ni su padre, porque hay una diferencia enorme".

"Al cabo de un tiempo de empezar a publicarse el cómic de Mortadelo y Filemón traté de evitar ser reiterativo y empecé a poner al día los personajes con lo que ocurre en el mundo, como las Olimpiadas, los Mundiales de fútbol y otras cosas de las que hablaba la prensa" subrayó el dibujante.

Desde su experiencia como ilustrador, Ibáñez recalcó que crear un personaje "no tiene mucha dificultad" porque según aseguró "es más fácil que crear un personaje de carne y hueso". Para Ibáñez, la dificultad no reside en el momento de la creación sino en la forma en la que se han mantener en el tiempo, porque "la verdadera dificultad está cuando te encuentras con más de 1.000 páginas escritas y ves la página en blanco que parece que te va a dar un mordisco en la nariz".

Respecto a los diálogos de los protagonistas, el dibujante resaltó que el vocabulario es una de las barreras con las que se encuentra el dibujante, ya que, según apuntó, "a veces los bocadillos parecen una cosa muy espontánea y después resulta que has estado horas cambiando una palabra y mirando diccionarios". Para el dibujante, el desarrollo de las historias no ha variado en el mundo del cómic, porque según remarcó "al lector le gusta la fórmula del broche final en cada historieta".

EL CÓMIC EN LA ACTUALIDAD

Respecto a su forma de trabajar, el ilustrador destacó que ésta no variado "en absoluto" a lo largo de los años porque, según incidió, no utiliza el ordenador, algo que a los niños que van a visitar el estudio les sorprende "porque allí lo más que tengo es una máquina de escribir, que además está vieja". "Es como el compositor, que coge el pentagrama, anota todo y cuando acaba la partitura, la mira e interpreta. Con el cómic sucede lo mismo, en una hoja en blanco se anota la idea, los gags y luego se coge el lápiz y uno se pone a hacerlo".

Según Ibáñez, el mundo del cómic va desapareciendo poco a poco, porque a su juicio, "el público se ha cansado" ya que, con la irrupción de las nuevas tecnologías "el niño se fabrica la historia a su gusto y se evita tener que luchar contra las letras". En opinión del dibujante, ahora los niños escuchan al personaje que les habla, algo que a la larga "será terrible, porque si no se acostumbran a los bocadillos, que tienen poca letra y se acompañan con un dibujo amable, los literatos del día de mañana lo van a tener difícil".

"Muchos niños nos van abandonando, aunque todavía hay algunos que vuelven a los cómics por influencia de sus padres" resaltó el ilustrador, que pronosticó que, a la larga, la mayoría de niños irán abandonando el mundo de los tebeos poco a poco.

El dibujante dijo que de todas sus creaciones, su favorita es 'Rompetechos', porque según mantuvo, "es donde se cumple el tópico de que el personaje se parece al autor". "Rompetechos se presta mucho a sacarle cantidad de gags, el resto de mis personajes van por parejas o por tríos y este es uno solo y chiquitajo, que te ventila la historia en seguida", remarcó.

A pesar de su preferencia por 'Rompetechos', el autor se mostró muy satisfecho por el resultado de llevar a la gran pantalla a 'Mortadelo y Filemón', porque según indicó, resultó ser una película "entretenida y para toda la familia", algo que se mostró convencido, sucederá con las próximas aventuras de la pareja, que próximamente serán llevadas al cine por Guillermo Fresser.

El dibujante Francisco Ibáñez (Barcelona 1936) publicó su primera historieta de 'Mortadelo y Filemón' en 1957 y desde entonces ha editado en diferentes revistas sus personajes, entre los que destacan La Familia Trapisonda, Rompetechos, el Botones Sacarino, 13 Rue del Percebe y Pepe Gotera y Otilio, entre otros. En 1994 fue galadornado con el 'Gran Premio del Salón del Cómic' al conjunto de su obra y en 2002 le fue concedida la medalla al mérito en las Bellas Artes.