MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ex trabajador de la fundación Joxemi Zumalabe y responsable de Batasuna en Guipúzcoa Mikel Aznar, acusado en el 'macrojuicio' contra el supuesto entorno de ETA, aseguró hoy en la Audiencia Nacional que nunca oyó hablar de desobediencia civil en las reuniones de la fundación. De esta forma, el imputado rechazaba la acusación del fiscal Enrique Molina, quien sostiene que la organización Joxemi Zumalabe era la encargada de coordinar las diferentes organizaciones del "movimiento popular" de ETA en torno a su "proyecto de desobediencia civil".
El acusado explicó ante la Sala Tercera de lo Penal que él sólo era un trabajador de la fundación Joxemi Zumalabe, y aseguró que no tenía capacidad de decisión en sus reuniones, en las que se limitaba a transcribir su contenido en euskera. Además, negó haber sido un "miembro liberado" de Ekin, brazo político de ETA según el fiscal, quien solicita una pena de 10 años de prisión para Mikel Aznar acusándole de pertenecer a Ekin y de impulsar el "proyecto de desobediencia civil" de ETA.
Aznar fue uno de los detenidos por organizar una manifestación en agosto de 2003 a favor de la autodeterminación de Euskadi en San Sebastián, en la que se quemó una bandera española, y fue condenado por la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional a seis años de prisión por un delito de estragos terroristas.
Asimismo, el acusado afirmó en la sesión de hoy que, después de estar detenido por su actividad en la fundación Joxemi Zumalabe, abandonó la organización y comenzó a trabajar como secretario de Euskal Herritarrok (EH) en el ayuntamiento de San Sebastián y posteriormente de Batasuna, hasta que la formación fue ilegalizada en 2003 por el juez Baltasar Garzón.
En este sentido, aseguró que desde la ilegalización de Batasuna está desempleado y denunció que el proceso judicial "ha tenido consecuencias muy graves" para él, "tanto personales, como colectivas, laborales y económicas", aunque añadió que le había brindado la oportunidad de "conocer a gente muy buena, tanto a los abogados como a los procesados" del 'macrojuicio'.
Al igual que el resto de procesados, Aznar rechazó que pertenezca o haya pertenecido a ETA, a la vez que desvinculó sus actividades en Batasuna y en el entorno de la izquierda 'abertzale' con su trabajo en la fundación Joxemi Zumalabe. También reconoció haber participado en la promoción del documento de identidad vasco ("Euskal Nortesunaren Agiria" o E.N.A.), y volvió a subrayar que esta actividad no tenía ninguna relación con su trabajo en la fundación.
ULTIMA PIEZA DEL 'MACROJUICIO'
Por la tarde continuará la vista oral con la declaración de la última imputada en la pieza relativa a la fundación Joxemi Zumalabe y a la campaña de desobediencia civil, Olatz Altuha Zumeta. Cuando termine su comparecencia, previsiblemente esta tarde, comenzará el turno de interrogatorios de los acusados en la última pieza del 'macrojuicio', la relativa a la organización Xaki, considerada por el fiscal el aparato de relaciones internacionales de ETA. Según el escrito de acusación del Ministerio Público, Xaki se encargaba de promocionar una imagen favorable a ETA en el extranjero, y coordinaba las relaciones exteriores de las diferentes organizaciones del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) de acuerdo con las directrices de la organización terrorista.
Hasta que concluyó la sesión de la mañana, la acusada Olatz Altuha apenas tuvo tiempo de decir que se negaba a contestar a las preguntas del fiscal y de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), puesto que no iba a responder "a los que criminalizan a los movimientos populares", y a explicar que su función principal en la fundación Joxemi Zumalabe era coordinar una base de datos con las actividades, iniciativas y publicaciones de las diferentes organizaciones sociales del País Vasco.
