BARCELONA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Parlament, Felip Puig, aseguró hoy que el futuro candidato del PSC, José Montilla, tiene "pánico" a sufrir un "descalabro" electoral y por ello los socialistas "presionan" al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, para que sitúe las elecciones en un día laborable en lugar del día 1 de noviembre anunciado anoche.
En declaraciones en el Parlament, Puig pidió a Maragall que "respete al país" y fije la fecha de las elecciones "con sentido institucional", pero también pidió respeto al PSC "a la decisión del presidente de la Generalitat" para que acabe su mandato con "un mínimo de dignidad institucional".
Puig lamentó que Maragall sea incapaz de transmitir "sensación de dignidad institucional y sentido de país" e incluso se atrevió a bromear con la fecha del 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, recordando que hoy el presidente se despide del Parlament con una "necrológica de cuerpo presente" y las elecciones pueden celebrarse "el día de Todos los Santos (1 de noviembre) o el día de Difuntos (2 de noviembre)".
Desde CiU, se calificó la situación de "esperpéntica" y se denunció que se pretenda "romper la tradición democrática" de celebrar comicios en domingo, más aún cuando la fecha elegida es de "cierto recogimiento familiar". Puig admitió que el 1 de noviembre "no gusta" en CiU pero "acatamos" la decisión de Maragall, en caso de confirmarse. La apuesta de CiU es que las elecciones se celebren "lo antes posible y en domingo".
En cualquier caso, lo especialmente grave para CiU es que la fecha de las elecciones se fije "con criterios partidistas y sectarios" y acusó a Maragall y al PSC de hacer un uso inapropiado de las instituciones. Según Puig, el gobierno "no es un 'Dragon Khan', es un auténtico 'tsunami'".
Para Puig, "no vale especular sobre qué día va mejor para movilizar al electorado del señor Montilla" y condicionar la fecha electoral a "ver si salvan algún diputado" dejando al presidente en el más puro "ridículo institucional".
En este sentido, Puig denunció que el PSC someta a Maragall a tal presión y se evidencie públicamente "la pérdida de autoridad y debilidad del liderazgo institucional del presidente de la Generalitat". CiU no tiene previsto pedir turno de réplica esta tarde tras la intervención de Maragall en el último pleno de la legislatura para "no poner más presión" sobre el presidente.