MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
España se ha ofrecido a albergar una reunión de la oposición siria al régimen de Bashar el Assad previa a la conferencia de paz de Ginebra convocada para el próximo 23 de noviembre, ha informado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.
En una comparecencia monográfica en el Congreso sobre la situación en Siria, el ministro ha explicado que este encuentro en España serviría para preparar lo que deberían ser las "conversaciones definitivas" entre el régimen y la oposición en la ciudad suiza.
El Gobierno español ha subrayado ante la oposición siria, que hasta la fecha está "muy atomizada" --ha indicado el ministro--, la "necesidad de que presente un frente cohesionado, capaz de ser interlocutor" en las conversaciones de paz de Ginebra.
También les ha hecho llegar que dentro de ese frente no pueden tener cabida las posiciones "extremistas"; que debe prestar "especial atención a los derechos de las minorías" y no aspirar a destruir las instituciones del Estado, para no repetir los errores de Irak y Libia.
La oposición, ha continuado, también debe comprometerse con las obligaciones internacionales sobre armas químicas y debe permitir que las fuerzas humanitarias hagan su labor en un país que ha provocado más de 2,5 millones de refugiados y dejado más de 5 millones de personas dependiendo de la ayuda humanitaria.
PREOCUPACIÓN DE LOS GRUPOS
Respecto a este encuentro, el portavoz de CiU, Jordi Xuclà, ha respaldado la celebración de este encuentro pero ha pedido al ministro hacer "una doble confirmación de quién es quién" ya que la oposición siria está cambiando continuamente y además hay elementos yihadistas que no comparten los valores democráticos que defiende Occidente.
También el portavoz del PSOE, Alex Sáez, ha manifestado sus dudas sobre los participantes del encuentro y ha preguntado al ministro si el Gobierno se está coordinando con el Grupo de Amigos de Siria, del que ha lamentado que España no figura en el 'grupo central' que precisamente se encuentra reunido hoy en Londres, y con los socios europeos.
Ante estas inquietudes, Margallo ha reconocido que dada la "situación extraordinariamente volátil" de la oposición siria, una parte de la cual dentro del Consejo Nacional Sirio (CNS) ya ha manifestado su rechazo a acudir a Ginebra, "no es un ejercicio sencillo" pero ha asegurado que tanto España como "todos los que hablamos con la oposición, lo hacemos con el máximo cuidado".
Según el ministro, "a los occidentales les toca el animar a las fuerzas opositoras a crear un frente excluyendo a las fuerzas islamistas y acudir a la mesa de negociación". Además, ha dejado claro que el Gobierno español "siempre ha apoyado a la oposición y hemos estado distanciados del régimen, lo que no quiere decir que no queramos que el régimen participe en una solución".
DEMANDANTES DE ASILO
Por otra parte, varios portavoces han puesto el acento sobre la grave situación humanitaria en Siria y los países vecinos que acogen a cientos de miles de refugiados y han instado al Gobierno a que sea más generoso a la hora de conceder el estatus de refugiado político a los solicitantes de asilo sirios en nuestro país.
Desde el PSOE, se ha criticado la "insuficiente ayuda de España en crisis humanitaria y el drama que se vive en Siria", mientras que por parte de Amaiur, el diputado Jon Iñarritu, ha subrayado que España es uno de los países que "menos refugiados acoge por año".
A este respecto, la portavoz de UPyD, Inés Lozano, ha defendido que "España podría hacer un esfuerzo mayor" a la hora de dar acogida a refugiados sirios, porque "es algo que no cuesta dinero". En este sentido, ha subrayado que entre enero y agosto de este año se recibieron 477 solicitudes y solo se ha concedido protección a tres, mientras que otras 46 personas han recibido protecciones subsidiarias.
Margallo ha confirmado estas cifras, pero ha aclarado que desde noviembre de 2012, cuando la oficina de asilo y refugio dio su visto bueno a que se concediera "protección internacional a la práctica totalidad" de sirios que soliciten asilo, se ha concedido "protección subsidiaria equivalente a estatus de asilo a 80, a tres más asilo y existe posibilidad de reasentamiento (de refugiados) recogida en la ley".
Ante la insistencia de Lozano, el ministro de Exteriores se ha comprometido a "hacer lo posible para que el Gobierno atienda en la medida de sus posibilidades las necesidades de los sirios que piden asilo".
AYUDA HUMANITARIA
Margallo también ha admitido que la ayuda española ante la crisis humanitaria en Siria "no es todo lo que a mí me hubiese gustado", pero ha subrayado que desde que comenzó la crisis en marzo de 2011 España ha aportado 10,3 millones de euros a través de organismos internacionales como Cruz Roja, ACNUR o UNICEF. "La cifra no tiene parangón con las necesidades que tienen los sirios", ha lamentado.
El ministro ha reiterado cuáles son los elementos que definen la posición española: la "defensa del multilateralismo", el consenso dentro de la UE y la "preferencia" de una solución política frente a una militar.
En otro orden de cosas, el jefe de la diplomacia ha lamentado la "originalidad" del grupo Izquierda Plural por considerar al régimen de Bashar al Assad "como un dechado de virtudes y ejemplo de la defensa de los Derechos Humanos y viva plasmación de la democracia" algo que no comparten nada más que una decena de países en el mundo.
En su intervención, el portavoz del grupo, Joan Josep Nuet, ha acusado al Gobierno español de haberse reunido "con dinero público con terroristas", por haber acogido reuniones de la oposición siria, y ha reclamado la vuelta del embajador de Siria, al que expulsó el Ejecutivo igual que hicieron el resto de países europeos.
Según Nuet, aunque "el Gobierno sirio tiene muchas cosas que cambiar, la oposición no es mejor que el Gobierno". Así las cosas, ha reclamado que España vuelva a ser, como lo fue en el pasado, "puente en la región" y restablezca el diálogo con Damasco y ha recordado que el expresidente José María Aznar visitó Siria en 2003.
Por su parte, Margallo ha replicado asegurando que el Gobierno español quiere en Siria "algo muy parecido a lo que hicimos con la inestimable colaboración de todos los grupos, y desde luego con el Partido Comunista, una transición pacífica, el restablecimiento de las libertades y los Derechos Humanos (...), se vaya a unas elecciones libres y que esas elecciones permitan una asamblea constituyente que sea capaz de hacer una Constitución para todos los sirios".