Los españoles, a favor de controlar mejor las fronteras de la UE frente a refugiados

Actualizado: jueves, 21 enero 2016 14:55

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

La mayoría de los españoles (66 por ciento) cree que Europa debe controlar mejor sus fronteras para evitar la llegada de refugiados e inmigrantes, según el último Barómetro de opinión del Real Instituto Elcano, presentado este jueves.

El sondeo, realizado entre el 10 al 23 de noviembre --en medio se produjeron los atentados de París-- muestra a la sociedad española en actitud precavida, y en ocasiones más bien reticente, a la acogida de aquellas personas que huyen de sus países por la guerra o la pobreza.

Solo un 38 por ciento defiende que Europa acoja a todos los que lleguen, frente a un 72 por ciento que afirma que Europa tiene un límite de acogida. Son también mayoría (siete de cada diez) los que opinan que su integración no será fácil.

Existe división de opiniones con respecto a si la UE está siendo poco generosa en este aspecto. Cinco de cada diez españoles así lo cree, frente a un 43 por ciento que considera que la UE sí está siendo generosa con los refugiados.

Solo entre los entrevistados que se definen como votantes de izquierda dominan claramente los que creen que Europa está siendo poco generosa y que debe acoger a todos los que lleguen.

El Barómetro del Elcano es una encuesta periódica que el think tank viene realizando desde 2002 y que se centra en preguntar a los españoles por cuestiones que afectan a las relaciones internacionales y a la política exterior.

En esta última oleada, los españoles sitúan la lucha contra el terrorismo yihadista como la primera prioridad de la política exterior española, seguida en segundo lugar por el combate contra el cambio climático.

El sondeo, cuya elaboración coincidió en el tiempo con los atentados de París del 13 de noviembre, muestra cómo la percepción del terrorismo yihadista como principal amenaza para España ha aumentado considerablemente desde esos ataques.

MANTENER EL GASTO MILITAR

En consecuencia, también ha subido de manera notable el apoyo de los españoles a que se mantenga el gasto militar, de un 28 por ciento en junio de 2013 a un 50 por ciento en la actualidad, mientras baja el porcentaje de aquellos que apuestan por recortar este gasto, de un 58 a un 36 por ciento. Solo entre los votantes de izquierda sigue dominando la opción de reducir el gasto militar.

La lucha contra el cambio climático, segunda gran prioridad que citan los encuestados, preocupa mucho más entre los votantes de izquierda, para quienes es incluso más importante que el terrorismo yihadista. El sondeo refleja que el interés por el cambio climático disminuye con la edad, mientras que la preocupación por el terrorismo yihadista aumenta con los años.

Si para seis de cada diez encuestados el terrorismo yihadista es percibido como una de las amenazas principales para España, el 42 por ciento cita la crisis económica, un 32 por ciento menciona en específico al grupo autodenominado Estado Islámico y un 16 por ciento se refiere a la inmigración irregular.

Por detrás de estas preocupaciones, se mencionaron en respuesta espontánea como amenazas las decisiones de la Unión Europea sobre economía, los refugiados, el calentamiento global, el narcotráfico, Marruecos, los problemas de energía, la influencia de China, Gibraltar (mencionado por un 5 por ciento de los encuestados) y Rusia.

La pregunta sobre la percepción de amenazas se formuló de manera abierta, de manera que los entrevistados podían citar espontáneamente todas aquellas preocupaciones que vieran como amenazas principales para nuestro país.

Los más jóvenes, los estudiantes, los desempleados y los que se sitúan en la izquierda son los que mayor número de amenazas citaron, según ha comprobado el instituto. En cambio, la preocupación por la economía disminuye con la edad y aumenta con el nivel educativo (en España los jóvenes tienen un nivel educativo más alto que los mayores), lo que parece estar relacionada con la alta tasa de paro entre los jóvenes, según el Elcano.

En opinión de los encuestados, la UE, primero, y el norte de Africa y Marruecos, después, son las áreas geográficas prioritarias para la política exterior española. Según el Elcano, el sondeo refleja cómo los españoles perciben mayoritariamente a Marruecos como un interlocutor necesario con el que las relaciones son peores de lo que deberían.

La inmigración es el aspecto de la relación que más se cita entre los entrevistados, tanto como un aspecto positivo de la relación (buena colaboración entre ambos países) como negativo, bien porque consideren que esa cooperación es insuficiente, bien porque les preocupe su consecuencia sobre los inmigrantes, explica el instituto.

La histórica reivindicación marroquí sobre las ciudades de Ceuta y Melilla apenas es mencionada por los encuestados. Solo un 2 por ciento se refiere a ello como un aspecto negativo en las relaciones bilaterales. También son pocos, un 8 por ciento, los que se refieren al contencioso del Sáhara como un aspecto negativo de la relación con Marruecos.

NO AUMENTAR LA AYUDA AL DESARROLLO

A pesar de que los encuestados consideran que la ayuda al desarrollo es una prioridad de la política exterior, un 47 por ciento apuesta por mantener en los niveles actuales los fondos que los Presupuestos Generales del Estado destinan a este fin, frente a un 31 por ciento que opina que se debería dedicar más dinero y un 16 por ciento favorable a reducirlos aún más.

Solo entre los votantes que se definen de izquierdas y entre los estudiantes es mayoritaria la opinión favorable a aumentar esos fondos. Eso sí, los partidarios de que el Estado dedique más fondos a la ayuda al desarrollo son poco favorables a que esos fondos se obtengan a través de un aumento de los impuestos.

En su opinión, ese aumento en el presupuesto debe obtenerse reduciendo el gasto en otros aspectos (87%). Cuando se les pregunta de manera abierta qué gastos en concreto deberían reducirse, se menciona específicamente el gasto militar y todo lo relativo a remuneraciones de los políticos, los funcionarios o la corrupción.

Como dato curioso, la mitad de los entrevistados no sabía contestar o respondió de manera equivocada a la pregunta de si sabía como se apellidaba el actual ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.