MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, interpreta como una forma de presión al Tribunal Constitucional la carta del presidente de la Generalitat, José Montilla, a doscientas entidades catalanas para que defiendan el Estatut ante la inminente sentencia, y considera que esa actitud es "intolerable". Eso sí, responsabilizó de toda la polémica al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que a su juicio ha creado "problemas a todo el mundo" con su gestión de la reforma estatutaria catalana.
En rueda de prensa en el Congreso, Sáenz de Santamaría declinó comentar si la actuación de Montilla puede ser motivo también de acciones legales, como intenta el colectivo Manos Limpias denunciando por amenazas al presidente de la Generalitat, pero sí cree que merece un reproche político. "Políticamente, me parece intolerable que se presione a nadie que tiene que dictar una sentencia con arreglo a la única pauta de comparación, que es la Constitución", subrayó.
Además, recordó a Montilla que es el presidente de todos los catalanes, de los que están de acuerdo con el estatuto y también de "los muchos, muchos más, que no fueron a votarlo".
Y agregó que "la fuente de legitimación" del mandato del presidente de la Generalitat es la misma que la del Tribunal, es decir, la Constitución: "Y hay que ser muy respetuoso con la separación de poderes, con la Constitución y con el ámbito de actuación de cada uno", apostilló.
Preguntada por las críticas de Alfonso Guerra a la reacción de los políticos catalanes ante la sentencia, Sáenz de Santamaría señaló que es otro ejemplo de que Zapatero, con su gestión de la reforma estatutaria, "desde el primer momento ha generado problemas a todo el mundo, incluido el PSOE, que tiene una gran disparidad de criterios".
