MADRID 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Nacional ha condenado a 10 años de cárcel al etarra Asier Arzallus Goñi, alias 'Sendoa', por participar a las órdenes del ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', en la colocación el 4 de marzo de 2002 de un artefacto explosivo en la Bolsa de Bilbao que no llegó a estallar.
Así consta en una sentencia dictada por la Sección Primera de la Sala de lo Penal en la que se considera a Arzallus Goñi autor de un delito de estragos terroristas en grado de tentativa, al formar parte del 'comando Olaia' de ETA y participar en una acción que representaba "un peligro manifiesto para la vida de las personas" que se hubieran encontrado en el lugar de los hechos.
El artefacto explosivo, que fue localizado por la Ertzaintza en los servicios de caballero de la Bolsa de Bilbao, estaba compuesto por 19,7 kilos de cloratita, 35 gramos de dinamita Titadyn, cuatro detonadores, un iniciador eléctrico y un temporizador. Sin embargo, no llegó a explotar porque se produjo un fallo en el sistema de iniciación.
Sobre las 13.00 horas del citado día, se recibieron sendas llamadas en el diario 'Gara' y en la central de emergencia de la DYA en Bilbao advirtiendo de la colocación del artefacto y anunciando que iba a estallar en 20 minutos. Sin embargo, éste no llegó a explotar por un fallo en el sistema de iniciación. El atentado fue reivindicado por ETA en un comunicado remitido al citado periódico el 4 de abril de 2002.
CARTA DE 'SUSPER'
El tribunal, presidido por el magistrado Javier Gómez Bermúdez, que también ha sido ponente de la resolución, ha valorado como prueba una carta intervenida al ex jefe militar de ETA Ibon Fernández de Iradi, 'Susper', tras su detención en diciembre de 2002, en la que se referían los atentados cometidos por el 'comando Olaia' en la provincia de Vizcaya. En este capítulo aparecía una anotación que decía: "Bolsa de Bilbao, 20 kg., reforzante, K.Olaia, las conexiones estaban mal hechas".
Además, las huellas del acusado aparecieron en un piso y una lonja de Amorebieta (Vizcaya) que fueron alquilados por el miembro de ETA Gorka Martínez Arkarazo, quien declaró durante el juicio que "no recordaba" haber conocido a Goñi en libertad a pesar de que cuando fue detenido le identificó como miembro del 'comando Olaia' en la fecha en que se produjeron los hechos.
Durante la vista oral, el acusado reconoció ser miembro de ETA y se negó a declarar al "no conceder ninguna legitimidad" al tribunal. Por su parte, Martínez Arkarazo admitió que había compartido con "miembros de la organización" el garaje que alquiló en la localidad de Galdakao y el piso arrendado de Amorebieta.
Según el escrito de conclusiones definitivas del fiscal, la lonja garaje era utilizada como depósito de armas y manipulación de vehículos, mientras que en la vivienda se ocultaban y preparaban sus acciones terroristas los miembros del comando. No obstante, Martínez Arkarazo aseguró no recordar a Asier Arzallus y añadió que muchas de las declaraciones que realizó en sede policial fueron "inventadas" mientras que otras las realizó "bajo torturas".