ETA.- La Audiencia Nacional juzgará esta semana a Vicario Setién por el secuestro de Delclaux y un atentado en Barcelona

MADRID 6 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Nacional juzgará esta semana al etarra Gregorio Vicario Setién por el secuestro del empresario vasco Cosme Delclaux, quien permaneció privado de libertad durante 232 días entre 1997 y 1997 y por el ataque con lanzagranadas contra el edificio del Gobierno Militar de Barcelona perpetrado en abril de 1994, que produjo la muerte a una persona y heridas a otras seis.

El primer juicio contra el terrorista se celebrará el próximo miércoles ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional por el atentado en Barcelona. El fiscal Enrique Molina solicita para Vicario Setién un total de 162 años de cárcel por un delito de asesinato, seis asesinatos en grado de frustración y un delito de estragos.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal relata que el acusado, junto a otros miembros del denominado "comando Barcelona" de ETA ya condenados por estos hechos -Felipe San Epifanio y Rosario Ezquerra-, y una cuarta terrorista en paradero desconocido, decidieron destruir el edificio del Gobierno Militar en la Ciudad Condal en abril de 1994.

En ejecución de su plan, el 17 de abril de dicho año San Epifanio y Vicario Setién robaron un automóvil en la zona de Vilapiscina, al que cambiaron las placas de matrícula y sobre cuyo techo colocaron dos tubos lanzagranadas y un artefacto compuesto por 12 kilos de amonal y un temporizador. Los proyectiles se programaron para hacer explosión con un intervalo de 10 minutos cada uno, según el Ministerio Público.

Los disparos se prepararon para que comenzaran al día siguiente, pasada la una de la tarde del 18 de abril de 1994. La metralla alcanzó a un transeúnte que paseaba por las inmediaciones, Vicente Beti Montesinos, quien falleció en el acto, y a otras seis personas que resultaron heridas, además de causar importantes daños materiales.

SECUESTRO DE DELCLAUX.

El próximo jueves, Gregorio Vicario Setién y Josu Ordónez Fernández serán juzgados por el mismo tribunal por su implicación en el secuestro del industrial vasco Cosme Delclaux, hechos por los que el fiscal Fernando Rey solicita para cada uno de los procesados una pena de 18 años de prisión.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, los dos acusados realizaron seguimientos y comprobaciones sobre los horarios, hábitos, itinerarios y costumbres del empresario, a quien secuestraron el 11 de noviembre de 1996.

Ese día fue interceptado cuando se disponía a entrar en su coche y, tras exhibírsele un arma, los terroristas le pidieron las llaves de su vehículo, le introdujeron en el mismo y le cubrieron la cabeza con una capucha negra. En un lugar no determinado le introdujeron en otro coche y, tras sedarle, trasladaron a Delclaux al zulo construido por el ya condenado Francisco Javier Ramada en una nave industrial de Irún (Guipúzcoa).

EL ZULO.

El habitáculo, empleado por la banda para otros secuestros, como el del funcionario de prisiones José Antorio Ortega Lara, tenía unas dimensiones de 90 centímetros de ancho por 3 metros de largo y una altura de 1.94 metros, sin ventilación ni comunicación alguna con el exterior. Se accedía al zulo desde unas dependencias que simulaban ser un almacén, mediante un dispositivo de apertura mecánico oculto entre unas estanterías, de modo que resultaba de muy difícil su localización sin conocer previamente su ubicación exacta.

Delclaux permaneció en ese agujero durante 232 días, iluminado con una bombilla. Dispuso de un colchón, una pequeña mesa, una silla y un water higiénico y se le proporcionaban tres comidas al día. El zulo se ventilaba una vez al día con un ventilador eléctrico y se mantenía conectada una radio mal sintonizada de forma permanente.

ETA reclamó a la familia Delclaux 2.500 millones de pesetas por el rescate, de los que se llegaron a satisfacer 1.000 millones en dos pagos diferentes, según señala el fiscal en su escrito. El empresario fue liberado el 1 de julio de 1997, cuando los terroristas le dejaron atado a un árbol en el término municipal de Elorrio (Bilbao).

Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, "no consta acreditado suficientemente en autos que, como consecuencia de los hechos relatados, el señor Delclaux Xubiria presente secuela alguna psíquica o somática como consecuencia de los padecimientos sufridos".