ETA envía cartas amenazantes a empresarios vascos en las que incluye fotos de familiares y trayectos que hacen a diario

Les recuerda que haber sido atacados ya no supone que sus propiedades estén libres y les reclama entre 30.000 y 210.000 euros

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 7 marzo 2006 11:33

BILBAO, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

ETA ha enviado cartas amenazantes a empresarios de Guipúzcoa y Vizcaya en las que incluye fotografías de sus familiares, así como los trayectos que realizan a diario. La banda terrorista les recuerda que haber sido ya objeto de atentados no significa que su propiedades están libres y les reclama cantidades que oscilan entre los 30.000 y los 210.000 euros.

Según información ofrecida por la Cadena Ser, recogida por Europa Press, ETA ha vuelto a amenazar durante estos últimos quince días a la mayoría de las empresas ubicadas en Guipúzcoa y Vizcaya que han sido atacadas en los últimos tres meses. El formato y contenido de estas cartas de extorsión es muy similar a otras misivas amenazantes, pero el lenguaje empleado es mucho más duro.

En las misivas, la banda armada recuerda a estos empresarios que sus bienes, incluidas sus propiedades familiares, siguen siendo objeto prioritario de ETA y en algunos casos les adjunta fotografías de familiares y trayectos detallados que realizan diariamente.

Alguno de los empresarios amenazados ha llegado a recibir junto a la carta de chantaje fotografías actuales de sus hijos. En otros casos, se detallan trayectos sobre los desplazamientos que hacen diariamente sus familiares a su lugar de trabajo, incluyendo la matrícula del coche que utilizan.

PROPIEDADES LIBRES

Asimismo, la banda terrorista recuerda que el hecho de haber sido atacado en ocasiones anteriores no supone que sus propiedades estén ya libres y les reitera la cantidad que adeudan a la organización armada.

Las cantidades actuales demandadas oscilan entre los 30.000 euros y los 210.000 euros. A estas sumas, ETA les añade el interés del 5% por cada año no pagado, que en la mayoría de los casos supone diez años de atrasos acumulados.

La amenaza de pago es inmediata con el mensaje textual de que "va a ser la última carta y la única posibilidad de que paren todas las acciones operativas contra sus empresas". La mayoría de las misivas siempre acaban con la misma advertencia de que "serán objetivo potencial de ETA si acuden a un cuerpo policial".

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