ETA.- Los firmantes de la carta llevaban años alejados de la disciplina y como ellos hay más presos en situación similar

MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los seis presos etarras firmantes de la última carta en la que anuncian su abandono voluntario de ETA llevaban años ajenos a la disciplina interna que la banda terrorista impone a sus militantes en prisión, según informaron a Europa Press fuentes penitenciarias que añadieron que, como ellos, hay un número considerable de internos etarras que también se encuentran en situación similar repartidos por distintas cárceles de la geografía española.

Según publica hoy el diario 'El País' históricos etarras como Fernando de Luis Astarloa, Josu García Corporales, Luis María Lizarralde Izagirre, Andoni Altza Hernández, José Manuel Fernández de Nanclares y José Antonio Hernández de Velasco han anunciado por medio de un carta su "desvinculación por voluntad propia de la banda". Todos ellos cumplen condena por su pertenencia en ETA y por diversos delitos de sangre en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca.

En concreto, esa desvinculación se había hecho palpable desde hace años en los que estos seis presos dejaron de secundar las protestas del colectivo e incluso dejaron de recibir a los abogados del EPPK. Pese a ello, en todo este tiempo sus nombres permanecían entre los cerca de 750 presos que componen el denominado como frente de makos. Incluso hoy después de conocerse la noticia de su renuncia permanecían en las listas del Colectivo de Presos de las que sí que han desaparecido otros presos que en el pasado también anunciaron su rechazo a la violencia terrorista.

Las fuentes consultadas admitieron que este paso no les ha sorprendido ya que se trata de internos etarras que desde hace años no acatan las directrices impuestas al Colectivo de Presos Vascos (EPPK). Además, fuentes penitenciarias explicaron recientemente a Europa Press que más presos de la banda terrorista ETA han presentado escritos en los centros penitenciarios en los que comunican su desvinculación de la organización terrorista.

RÁPIDO REAGRUPAMIENTO

A los firmantes de la esta última carta conocida hoy, su postura de alejamiento de la banda ya les había proporcionado algunos privilegios como acercamientos a cárceles próximas al País Vasco. Las fuentes consultadas explicaron que el agrupamiento de estos seis presos en Nanclares de Oca se ha llevado en un periodo muy corto de tiempo. Astarloa y Corporales fueron trasladados el pasado mes de noviembre procedentes de otra cárcel cercana al País Vasco como es Villabona, en Asturias, una de las prisiones en las que el Ministerio del Interior lleva a cabo su política penitenciaria de premios y castigos.

El resto de los firmantes ha ido llegando al penal vasco durante el presente mes de enero también desde prisiones como Villabona (José Antonio Hernández Velasco) o Burgos (Luis María Lizarralde Izaguirre, Andoni Altza Hernández y José Manuel Fernández de Nanclares).

No obstante, según las mismas fuentes hay un número considerable de presos que también llevan tiempo sin seguir las directrices de ETA en prisión. La diferencia con los anteriores es que la mayoría no lo han hecho público.

Uno de los termómetros más eficaces para medir ese número considerable de presos que se encuentra ajeno a la disciplina de la banda es el actual "periodo de lucha" en las cárceles que desde el inicio de enero lleva a cabo el Colectivo de Presos. De hecho, informaciones obtenidas hace dos semanas en distintos centros penitenciarios estimaban que más de un 20 por ciento de los internos de la banda terrorista no habían secundado las primeras fases de estas protestas, es decir, que unos 150 presos no se habían sumado a la orden de ETA.

Otro indicativo de esa disidencia creciente en el seno del colectivo son los antecedentes más recientes como la decisión de la organización terrorista de expulsar a los etarras Iñaki Rekarte, Esteban Murillo, Andoni Muñoz y Jorge Urruñuela por "haberse situado fuera de la disciplina y el respaldo del colectivo", por lo que "a partir de ahora hablarán y ejercerán a título personal", según informó la semana pasada el Colectivo de Presos de ETA (EPPK), por medio de un comunicado publicado por el diario 'Gara', en el que además confirman la expulsión del también terrorista Valentín Lasarte.

Sobre este caso, Corporales, Astarloa y el resto defienden en su carta que sus compañeros "tomaron la decisión de desvincularse del colectivo de presos políticos vascos" y fue posteriormente cuando ETA anunció públicamente la expulsión de todos ellos, después de haber recibido sucesivas críticas por el mantenimiento de "la lucha armada".