MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, aumentó hoy de 103 años a 146 su petición de cárcel para el ex dirigente etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias "Gadafi", en el jucio que se celebró ante la Sección Segunda de lo Penal por el atentado contra un cuartel de la Guardia Civil en Munguia (Vizcaya) en marzo de 1991, en el que resultaron heridos cinco guardias civiles y un ertzaina.
El representante del Ministerio Público explicó ante la Sección Segunda de lo Penal que aumentó en 43 años su petición de pena para igualarla a la que solicitó en un juicio de 1992 por estos mismos hechos para los etarras Francisco Javier Martínez Izaguirre y Jesús María Mendinueta Flores.
El fiscal considera a "Gadafi" autor de un delito de atentado, cinco de asesinato frustrado, dos robos con toma de rehenes y estragos. En el juicio, el ex dirigente etarra e integrante del "comando Vizcaya", que fue entregado el pasado mes de septiembre por las autoridades francesas tras cumplir condena en el país vecino, se acogió a su derecho a no declarar.
Ante el tribunal comparecieron como testigos el ex dirigente etarra Jesús Arcauz Arana, "Josu de Mondragón", y los integrantes del "comando Vizcaya" Francisco Javier Martínez Izaguirre y Jesús María Mendinueta. Arcauz Arana, quien según el fiscal facilitó a los terroristas las granadas con las que cometieron el atentado, aseguró que no recordaba haber entregado los explosivos a los integrantes del "comando Vizcaya".
Por su parte, tanto Martínez Izaguirre como Mendinueta reconocieron que "Gadafi" fue integrante del "comando Vizcaya", aunque negaron recordar cuál fue su participación en el atentado contra el cuartel de Munguia. "Han pasado muchos años y no me acuerdo de nada", afirmó Mendinueta. Martínez Izaguirre, por otro lado, se refirió al procesado como un "amigo", y aseguró que el alias de "Gadafi" se lo "pusieron los periodistas".
TESTIMONIO DE HERIDOS
También declararon ante el tribunal tres de los agentes heridos en el atentado, dos de los cuales explicaron que tuvieron que darse de baja en su trabajo por las secuelas. Uno de ellos dijo que desde el atentado ha tenido que sufrir hasta 14 operaciones por las heridas de las explosiones, y ahora, 15 años después, aseguró que probablemente tenga que volver a pasar por el quirófano.
Los agentes explicaron que el ataque se produjo cuando los etarras colocaron un camión con escombros junto al cuartel, en el que incorporaron unos tubos que dispararon automáticamente seis granadas en dos tandas sucesivas. Fue la segunda de ellas la que impactó contra un poste del edificio y por la que resultaron heridos.
También testificaron hoy dos ciudadanos que fueron secuestrados y atados por los etarras a un árbol durante unas tres horas, cuando se dirigían a cometer el atentado. Uno de ellos es un ganadero que, cuando vio aparcado el camión junto a su ganado, salió de su casa y preguntó a los etarras qué pasaba.
Fue entonces cuando un "energúmeno" con una pistola, afirmó el testigo, le encañonó con una pistola, a lo que el ganadero respondió pidiéndoles que "por favor, dejasen el ganado". "No voy a hacer nada al ganado", aseguró que le respondió el etarra, que según el fiscal era "Gadafi". También mantuvieron encadenado a un árbol al propietario del camión que utilizaron para atentar, quien afirmó en el juicio que los etarras ni le amenazaron ni le intimidaron.
