MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional Fernando Burgos solicitó hoy una pena de 17 años de prisión para el presunto integrante de ETA Aitor Herrera Vieites en el juicio que se celebró ante la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional por el atentado cometido en el aeropuerto de Maliaño-Camargo de Santander el 27 de julio de 2003, que produjo numerosos destrozos materiales.
Herrera Vieites se negó a contestar a las preguntas que le dirigió el fiscal, aunque sí respondió a su abogado, limitándose a señalar que las declaraciones realizadas ante la Ertzaintza tras su detención, en las que reconocía su participación en el atentado contra el aeropuerto, fueron efectuadas bajo torturas y malos tratos. Además, aseguró que cuando fue interrogado por el juez, ratificó "genéricamente" sus declaraciones policiales porque "lo único que quería era que terminara aquello".
Por su parte, el fiscal solicitó para él una condena de 17 años de prisión por un delito de estragos terroristas, al considerar que la declaración autoinculpatoria de Herrera Vieites acredita su participación como coautor en el atentado, puesto que en su testimonio reconoció cómo seleccionó y estudió el objetivo, se reunión con el "comando" que lo cometió y les trasladó la información, les escoltó en su camino al aeropuerto cántabro y avisó al diario 'Gara' de la colocación de los explosivos.
A pesar de que no hubo muertos ni heridos, el representante del Ministerio Público señaló que "se dejó abandonado a la suerte el que no se produjesen desgracias personales" porque "alguien podría haber estado bajo el radio de acción" del artefacto explosivo, compuesto por unos 20 kilos de dinamita y cloratita.
Por su parte, el abogado de Herrera Vieites solicitó la libre absolución de su cliente y sostuvo que existen "indicios racionales" de que sufrió malos tratos en su declaración en comisaría. De otro modo, preguntó el letrado, "¿que razones tendría para incriminarse?". Además, aseguró que un informe realizado por el médico forense a las once horas de su detención acreditaba que presentaba lesiones que, según su abogado, podrían haber sido provocadas por haber sido sometido a "posturas forzadas".
CAUSAR MÁS DAÑOS
Durante el juicio también declararon como testigos varios policías que explicaron cómo recibieron un aviso de la colocación de la bomba de una comisaría de San Sebastián, que había sido alertada por el diario 'Gara' después de que ETA le comunicase que iba a producirse el atentado. A continuación, varios agentes acudieron al aeropuerto de Santander, donde vieron cómo había un coche aparcado "de forma antinatural" con el maletero, cargado con los explosivos, colocado ante la fachada del edificio para "causar más daños".
Según relataron, el "radio letal" de la onda expansiva "superó" los 50 metros, "rompió la parte central del aeropuerto" y dejó ocho coches del aparcamiento "totalmente destrozados" y el resto de vehículos dañados. Además, los agentes responsables de la toma de declaración aseguraron que ésta se produjo por la propia voluntad de Herrera Vieites y que fue realizada con todas las garantías legales.
